Eran las 5.30 de la madrugada de la víspera y al parecer el alboroto había subido sus decibeles más alto de lo que los vecinos, la moral y las buenas costumbres pueden tolerar y fue así que se terminó la fiesta, cuando los móviles policiales llegaron hasta una vivienda de la calle General Savio 1200 poniéndole fin a la reunión.
Un nutrido grupo de casi ochenta menores de edad, de ambos sexos, quienes se encontraban en el interior y el exterior de la casa en cuestión, bastante “alegres”, causando algunos disturbios que motivaron su “traslado en resguardo”, indicó la Policía, ya que en todos (o al menos en la mayoría de los chicos) se detectó “halitosis alcohólica”, agregó la información oficial.
Asimismo, munidos de la correspondiente orden judicial, los efectivos realizaron un allanamiento en el domicilio en cuestión y durante el procedimiento secuestraron “ botellas varias de diferentes bebidas alcohólicas, labrándose las actuaciones correspondientes al responsable de la vivienda por ‘supuesto infractor al artículo 64 del Código de Faltas vigente -prohibición de expendio y consumo de bebidas alcohólicas a menores de 18 años-’”, concluyó el parte de prensa de la Departamental San Martín.
Quienes madrugaron ayer por la mañana y tuvieron que pasar frente a la Comisaría de Distrito de General Paz y San Juan pudieron contemplar el curioso cuadro: una multitud se agolpaba en la puerta de la dependencia policial. Eran los familiares de los menores trasladados, quienes iban a recuperar a sus vástagos que, acaso excedidos en copas, habían armado la batahola.