El concejal Ricardo Pereyra no quiso estar ausente de la polémica del verano. El integrante del bloque escindido del Partido Villamariense arremetió contra dirigentes opositores en una carta que transcribimos a continuación:
“Me dirijo a usted y por su intermedio al prestigioso medio que dirige con el propósito de fijar mi posición respecto a la polémica entre el oficialismo y una parte de la oposición en este tan citado tema del juicio político a los tribunos de Cuentas Naselli y Maristany, lo que ha llevado al comité de circuito de la UCR a convocar al resto de los partidos de la oposición para ‘diagramar la defensa de las instituciones de la COM’.
Aprovecho la oportunidad para dejar aclarado que la única información que dispongo en relación a este tema es lo que han reflejado los medios de prensa, por lo que a mi entender no es adecuado el tratamiento poco feliz que se le está dando a un tema tan delicado, sin que hasta el momento no exista denuncia alguna de ningún habitante ante el Concejo Deliberante tal cual lo expresa el artículo 223 de la Carta Orgánica Municipal. No obstante, soy un convencido de que existen varias cosas para mejorar, por el bien de nuestra ciudad y de sus habitantes. Estamos hablando de algo por demás importante y serio, como para mezclarlo con las ‘naderías’ de costumbre, se debe tener mucho cuidado con personajes de la política que pretenden ser campeones en el deporte de arrasar con el buen nombre de personas y familias mediante declaraciones irresponsables con el solo propósito de sacar rédito personal.
No se tiene en cuenta al funcionario y mucho menos al ser humano, que yo sepa la confitería de Chile y San Juan, no es el Concejo Deliberante. El Concejo se ha hecho para debatir, para acercar posiciones, para postular diferencias y acuerdos que son la esencia de la democracia y muchas de sus conductas forman parte de la diferencia entre República y tiranía.
Hay que parra con el ‘vedetismo’ político, con su ligereza conceptual y con las arbitrarias apreciaciones de los mediocres que creen encarnar al puritanismo berreta de la nueva política, sin aceptar, por supuesto, el sistema venal y degradado de las viejas prácticas.
Debemos interpretar y respetar a la gente, la sociedad en su conjunto ha madurado mucho más que varios de los que se dicen dirigentes.
Hoy vemos como colgados del saco de los tribunos aparecen cadáveres políticos, los mismos que a Naselli y a Maristany los dejaron solos en el período 2007-2011.
¿Dónde estaban todos estos años los que hoy se disputan a Naselli como una pieza de remate al mejor postor?
Ni siquiera les importa su avanzada edad y delicada salud. Actitudes como ésta, menoscaban y debilitan la posibilidad de alcanzar objetivos comunes”.