Los días más difíciles del presidente de la Federación Cordobesa de Fútbol, Darío Eduardo Ranco, tras las dos intervenciones quirúrgicas por el desprendimiento de retina de su ojo derecho, parecen haber quedado definitivamente atrás, aunque los cuidados intensivos se prorrogarán unos cuantos días más, al menos hasta el viernes 24 del corriente, cuando a partir de las 7.30 se desarrolle una nueva evaluación en la Clínica Reina Fabiola, en la capital provincial.
Ranco se sometió en la mañana de ayer a una exhaustiva revisión a cargo del doctor Julio Urrets Zavalía, el cirujano que realizó las dos intervenciones quirúrgicas los días 12 y 31 de enero.
El proceso poscirugía evoluciona de acuerdo a las estimaciones previstas por el profesional, quien le indicó al titular de la FCF que en la mayoría de los casos para obtener una tranquilidad definitiva sobre el éxito de una compleja doble intervención quirúrgica como la recibida, puede transcurrir un período de hasta “seis meses”.
“Los cuidados intensivos se prolongarán porque aún estoy atravesando una etapa crítica tras la operación, la evolución es muy lenta, más de lo que pude imaginarme. A la incertidumbre de someterse a una operación, después de haber sido realizada le sigue la etapa de la ansiedad y, obviamente, uno pretende volver cuanto antes a su vida normal y eso, al menos por ahora, resulta imposible”, comentó Ranco ayer por la mañana, tras la atención en la Clínica Reina Fabiola.
El legislador provincial también puntualizó que “Zavalía fue muy preciso al indicarme que todavía debo permanecer en mi domicilio, sin recibir visitas ni atender llamadas telefónicas. No debo afrontar ninguna situación que pueda tensionarme y modificar este proceso de recuperación. Se imaginarán que tengo iniciativas pendientes tanto en la Legislatura de la provincia de Córdoba como en la Federación Cordobesa de Fútbol que, por el momento, no puedo afrontar y que quedarán para más adelante, una vez que el equipo médico me otorgue el alta definitiva”.
Sobre las modificaciones en el proceso de recuperación, Ranco fue preciso al indicar que “ahora podré tener libertad en los movimientos, con los cuidados lógicos, teniendo en cuenta la compleja cirugía. Zavalía me indicó que ya no es necesario mantener durante varias horas al día la postura de la cabeza hacia abajo, por lo que podré caminar, sentarme y realizar algunas actividades con normalidad. No puedo recibir visitas ni atender llamadas telefónicas, pero al menos no tendré que permanecer casi inmóvil y podré liberar, en parte, a mi familia, que durante todos estos días estuvo a mi lado no sólo para la contención, sino hasta para cuestiones simples como darme un té o un yogur , por ejemplo. El apoyo de mi esposa (Nancy) y mis hijos (Lorena y Francisco) ha sido indispensable para dejar atrás estos días tan difíciles que nos tocó afrontar como familia. Estoy esperanzado de que en la próxima visita (la del viernes 24 a las 7.30) el doctor Zavalía me otorgue el alta y pueda salir a la calle y comenzar a retomar mis funciones en la Legislatura Provincial y en la Federación Cordobesa de Fútbol. No tengo dudas de que hay mucho por hacer en ambos casos, hay sueños, ilusiones y proyectos que tuve que postergar, pero que con la ayuda de Dios, la sapiencia de los médicos que me atendieron y apoyado en el afecto y la contención familiar, podré retomar a partir de fin de mes”.
Al ser consultado sobre las cuestiones psíquicas que genera una situación como la que debe afrontar tras dos complejas operaciones, Ranco indicó que “la postura física, el encierro, la incertidumbre, los miedos, todo se acumula y se convierte en un sinfín de preguntas que sólo encontrarán sus respuestas con el alta médica y la recuperación definitiva. Por el momento, todos esos interrogantes están allí y vuelven cada día, pero eso es algo que también debo superar. Uno en determinados momentos de la vida necesita descansar por tanto trabajo, por desarrollar una actividad constante, casi sin pausas”.
“Hoy extraño eso, las reuniones, los proyectos políticos y deportivos, ir y venir de un lado a otro. La última vez que manejé la camioneta fue el 5 de enero. Después llegó la primera operación, un nuevo desprendimiento de retina, la segunda intervención y este lento proceso de recuperación. De algo estoy seguro, además del agradecimiento a todos los que se preocuparon por mí, desde Dios, el equipo médico del profesional Julio Urrets Zavalía, mi familia y los innumerables mensajes que me hicieron llegar: voy a volver a la Legislatura y a la Federación Cordobesa de Fútbol con muchas ganas de hacer, hay un amplio territorio de acción y, si pasé por esto, cómo no voy a afrontar todos los proyectos individuales y colectivos que el futuro nos ofrece a muy corto plazo. Una vez más, gracias a todos”.
Ranco sufrió el 6 de enero un desprendimiento de retina mientras se encontraba de vacaciones junto a su familia en la Costa Atlántica. Las primeras atenciones se realizaron en un centro oftalmológico de Mar de Ajó, posteriormente se mencionó la posibilidad que fuera atendido en el Instituto Zaldivar, en Mendoza, pero finalmente el reconocido dirigente del fútbol cordobés quedó en manos del grupo de trabajo que conduce Julio Urrets Zavalía.
Tras la intervención, realizada el 12 de enero, Ranco inició el posoperatorio en su domicilio, siguiendo las indicaciones de Zavalía, pero el miércoles 25 la retina de su ojo derecho volvió a desprenderse, por lo que el martes 31 se sometió a una segunda operación, de la que hoy se recupera favorablemente.
A través del sitio oficial de la Federación Cordobesa de Fútbol, el presidente de la institución desea agradecer a todas aquellas personas, ya sea del ámbito deportivo o político, que se interesaron por su salud, manifestando, además, su deseo de reencontrarse con todos en el menor tiempo posible.
Quienes deseen conocer mayor información sobre el estado y evolución tras la intervención quirúrgica del titular de la institución, Darío Eduardo Ranco, pueden comunicarse al número (0351) 152419875, Prensa de la Federación Cordobesa de Fútbol.