Escribe: Juan Manuel Gorno
(enviado especial de EL DIARIO)

El Alumni de las últimas fechas que supo mostrar sus dientes y su contundencia no pasó por Salta. Al contrario. Como un deja vú, volvió ante Central Norte aquel Alumni errático, flojo de voluntad, indeciso, que careció de eficacia, dilapidó demasiado, se repitió en errores y perdió, 1 a 0.
Un gol de Enzo Noir, después de un tiro de esquina y en los inicios del partido, definió la historia bajo los arcos y dejó al equipo villamariense con la misma sintonía cada vez que juega de visitante, es decir, sin sumar como corresponde.
Esta ciclotimia de una formación que viene a full de local y le falta nafta de visitante, es un marco de preocupación cuando restan sólo dos fechas para la primera instancia del campeonato. Mientras, en el horizonte no se vislumbra un panorama positivo tras la duda sobre la continuidad del entrenador, tal como el propio Miguel Angel López lo dijo anoche, luego del partido (ver pág. 19) en el estadio Padre Martearena.
Lo concreto que Alumni deberá volver a ser el que entusiasmó en Plaza Ocampo el miércoles pasado porque lo de ayer fue un capítulo triste. El equipo sufrió un gol a los 8 minutos de juego y luego tuvo inconvenientes para terminar bien las jugadas.
Una distracción defensiva, que incluyó la mala marcación de Marcos Godoy sobre Noir, derivó en el tanto de Central Norte, cuando el delantero local se anticipó por el primer palo luego de un tiro de esquina y definió de cabeza, con remate cruzado.
Claro que Godoy es más importante en el otro arco, aunque allí tampoco pudo ser el que fue en las últimas fechas y tal vez eso terminó siendo fiel reflejo de lo que resultó Alumni.
El atacante tuvo dos chances claras y demostró que no siempre se puede jugar muy bien. En la primera le pegó después de un tiro de esquina de Aimar y la pelota fue a las manos del arquero Mariano Maino; y en la segunda, tras un centro corto de Víctor Rena, Godoy apareció en el segundo palo y la tiró afuera, para luego quejarse porque lo habían tomado de la camiseta.
No obstante, la situación más propicia fue para Rena: Ganó un penal a los 45 minutos, por guapear una pelota contra Joel Barbosa, quien terminó por bajarlo.
El atacante villamariense hizo dos pasos y ejecutó mal, por encima del travesaño, antes que el árbitro Alejandro Arco diera el pitazo final del primer período.

A cambiar

En el segundo tiempo, el “Zurdo” López buscó algo distinto. Supo que Leonardo López no daba resultado como volante por afuera, lo sacó y mandó a la cancha a Diego Manicero con la idea de aportar una mayor dosis de desequilibrio en los últimos metros. Sin embargo, no sólo que el delantero estuvo lejos de ser un salvador, sino que también Central Norte acortó muy bien los caminos cerca de la última línea, parado directamente de contragolpe.
El sacrificio fue el estandarte de Central para esperar a Alumni en su campo y luego buscar mediante pases largos a Germán Weiner o Noir, quienes se las rebuscaron para llevar peligro ante una defensa desordenada, acompañados por Oscar Altamirano.
En ese contexto, Alumni –con tres delanteros- no pudo achicar espacios hacia arriba, el equipo quedó “largo” y, a todo esto, la mayoría de sus jugadores anduvo peleado con la pelota, con enormes dudas para entregar la redonda. Hasta los que entraron de refresco, como Lucas Gómez y Martín Dopazo, también anduvieron envueltos en yerros.
El único que se salvó por concentración fue el arquero Sebastián Hernández, quien mantuvo su arco en cero cuando se le filtraban delanteros por todos lados.
El arquero se lució ante Altamirano –mano a mano- y luego controló el área ante cada avance de Central en pelotas profundas.
Diferente fue la tarea de Maino, quien estuvo bien custodiado por sus defensores en todo el segundo tiempo, a tal punto que lo mejor de Alumni fue cuando Rena y Bolatti se juntaron en el área y el remate del volante fue tapado por Emanuel Martínez.
Lejos quedó entonces aquella imagen del equipo fortinero que mostraba agresividad ofensiva. Urge la necesidad de recuperarla.

La figura

Enzo Noir hizo lo que no pudo el resto: marcar un gol, pero además llevó riesgo siempre sobre el arco de Hernández, lo mejor en un pobre Alumni. También complicó Germán Weiner.

El árbitro

El mendocino Alejandro Arco cometió varios errores porque, por momentos, pareció “sobrar” en el partido, aunque no incidió en el resultado y se mostró imparcial en todo momento. El penal que cobró, existió.