Viento y lluvia. Apenas quince minutos bastaron para romper la calma de la tarde de lunes, feriado de Carnaval.
Apenas quince minutos para dejar calles inundadas, árboles caídos, cables cortados y sectores sin suministro de energía eléctrica.
No fue tan dramático como vientos anteriores, pero el fenómeno pasó por la ciudad alcanzando velocidades que generan tensión en los habitantes.
El fuerte temporal se presentó minutos después de las 18.30 y dejó su huella y sus registros: 22 milímetros caídos en pocos minutos y vientos con ráfagas de ochenta kilómetros por hora.
La temperatura bajó a los 18 grados con 99% de humedad, según los datos meteorológicos.
Alejada la tormenta, que afectó a Villa Nueva, Arroyo Cabral y otras localidades, personal de Defensa Civil salió a la calle para evaluar los daños.
Fue el titular de dicha dependencia, Gabriel Díaz, quien pintó el panorama de la ciudad, consultado por EL DIARIO.
Por lo que pudo detectar el funcionario municipal hubo árboles caídos en Vista Verde, Las Acacias, Parque Norte y Los Olmos, entre otros.
No fueron tantos los ejemplares derribados por el viento, comentó. Una especie grande que cayó en Mitre y Santiago del Estero y la rama de un pino en el subnivel, entre otros, demandaron un intenso trabajo de empleados municipales y de integrantes del cuerpo de Bomberos Voluntarios.
Mientras Díaz tomaba nota de los lugares con complicaciones, trabajadores del Corralón salieron a levantar ramas.
La Empresa Provincial de Energía Eléctrica no tuvo descanso y las cuadrillas de EPEC fueron observadas realizando tareas en diversos sectores con postes caídos y cables cortados.
Las calles inundadas fue otra postal del feriado. Automovilistas, motociclistas y peatones debieron enfrentar las inclemencias del tiempo en verdaderas lagunas, producto de la cantidad de milímetros caídos en pocos minutos.
En barrio Los Olmos por las obras del Promeba, hubo arterias que se tornaron intransitables.
Lo mismo ocurrió, indicó Díaz en Los Abedules y Las Violetas de barrio Las Acacias. Unos cien metros de dicha calle quedaron bajo el agua sin que los desagües dieran abasto para normalizar la situación de ese sector.
En Periodistas Argentinos al 200, un árbol con una notable inclinación fue motivo de preocupación y la calle permaneció cortada.
Por su lado, los Bomberos registraron diez salidas en la tarde de ayer convocados por vecinos para trabajar con los árboles y postes derribados por la furia del viento.

@ Alta tensión

En Villa Nueva, la caída de una línea de alta tensión sobre ruta 2 tornó complicada la situación para numerosos usuarios que se quedaron sin energía eléctrica y que recién hoy tendrán las soluciones.
Fue la situación más compleja, según indicó el funcionario villanovense Natalio Graglia.
La caída de la columna, en el tramo de la 2 y la 158, generó el corte del camino, además del suministro.
La línea proporcionaba energía a Arroyo Cabral y Luca, poblaciones que quedaron a oscuras.
El temporal en Villa Nueva tuvo características similares a las sufridas por esta orilla del río Ctalamochita.
Arboles caídos, postes telefónicos y de luz en el suelo y cables cortados.
Sin embargo, los funcionarios consultados coincidieron que los daños no fueron tan graves.
En Arroyo Cabral, la tormenta también dejó su huella. Según indicó nuestro corresponsal en dicha localidad cayeron entre 50 y 60 milímetros de agua en pocos minutos y los vecinos vivieron el momento con gran preocupación pensando que estaban ante “la cola de un tornado”.
No obstante, no hubo que lamentar heridos sino consecuencias materiales.
En este aspecto, se registraron voladuras de techos de chapa, caída de árboles y postes y daños en la obra que está ejecutando el Club Rivadavia en su cancha de fútbol.

@ “El mapa está más limpio”

El titular de Defensa Civil, Gabriel Díaz, no descartó que siguiera lloviendo en esta zona en horas de la madrugada. Sin embargo, acotó que el “mapa está más limpio” por lo que no ocurrirían nuevos temporales de magnitud en las próximas horas.