La ingeniera agrónoma Miriam Gallardo, en su disertación, puso de manifiesto que en producción lechera la utilización de alimentos alternativos, en su mayoría subproductos derivados de la agroindustria, es una práctica cada vez más utilizada, ya que son varios los motivos por los cuáles se adquieren, pero en general son de tipo coyuntural por contingencias climáticas o por los precios elevados o falta de disponibilidad en el mercado de los cereales clásicos.
Sin embargo, muchos de estos alimentos especiales se pueden utilizar durante todo el año en las raciones de animales de cualquier categoría del ganado de tambo, sostuvo la profesional, añadiendo que para obtener de ellos las mejores y más rentables respuestas productivas es muy importante conocer sus cualidades nutricionales y las ventajas y limitaciones que poseen.
Estos recursos alternativos pueden ser utilizados como fuente de fibra o ante un incremento sustancial en la carga animal del sistema, ya que la fibra se transforma en un elemento clave para el tambo.
Como estos alimentos actúan generando condiciones rumiales adecuadas, con acción fermentativa, se pueden utilizar subproductos derivados de la agroindustria como así también los residuos de residuos de cosecha o rastrojos, y si bien no todos son recursos ricos en fibra, pueden tener el rol de voluminosos y energéticos, en algunos casos una de las funciones prevalece sobre la otra.

@ Cómo utilizarlos

Para mejorar el uso de este tipo de alimentos se puede procesar la fibra previamente, buscando aumentar la digestibilidad y el nivel de ingesta, el tratamiento más común a través del molido o picado del material.
Estos materiales fibrosos deben ser suministrados en forma controlada para que no diluyan el contenido en nutrientes o entorpezcan la digestión de los ingredientes más concentrados.
La industrialización de granos, los descartes y limpiezas y clasificación, dejan alternativas para adquirir estos subproductos a menores costos, ya sean cáscaras o cascarillas, semillas de algodón, expeller o harinas oleaginosas, residuos de la industria citrícola, y un sinnúmero de productos que al incorporarse al sistema pueden reducir notablemente los costos, acotó, recomendando que al utilizar subproductos se deben tener en cuenta algunas recomendaciones especiales, ya que la eficiencia de su utilización va a depender de varios factores, destacando entre ellos la categoría de animales a racionar, conocer la composición energética y proteica del producto a utilizar, métodos de conservación, etcétera, etcétera, para sumarlos a la alimentación con la certeza de obtener buenos resultados, concluyó.