La concejala de la Unión Cívica Radical, docente y trabajadora social Nora Landart, sostuvo que la conducta de la Policía vinculada a perseguir a los chicos que limpian vidrios “vulnera los derechos de niños y adolescentes”, llamó a atender “las causas de que estén en situación de calle” e instó a “no hacernos los distraídos y denunciar” estas acciones por parte de la fuerza.
Landart fue consultada por EL DIARIO a raíz de la entrevista publicada por este matutino el jueves, en la cual un pibe que limpia vidrios frente a la Terminal de Omnibus denunció sufrir acoso policial. Desde hace varios años, los chicos que trabajan en las calles vienen revelándolo ante la prensa, sin que la situación se modifique.
En el marco de este cuadro, ayer había sido consultado el abogado, ex candidato a intendente, ex concejal y ex legislador provincial Luis Caronni.
Landart, en tanto, recordó que “esta situación no es novedosa, hay organizaciones que vienen denunciando sistemáticamente este atropello y el cómo se vulneran derechos de algunos jóvenes que suelen ser abordados por policías, simplemente por lo que conocemos como portación de rostro”.
“Sin duda que esta medida vulnera los derechos de los niños y los jóvenes. Es una problemática que existe en la ciudad y que no siempre se le da el tratamiento adecuado”, afirmó.
“Quienes estamos vinculados al trabajo con los jóvenes, sabemos que es una problemática que los atraviesa, y los atraviesa en particular por una condición que es ineludible y que tiene que ver con la pobreza”, abundó.
La edil subrayó que “cuando observamos y asumimos una actitud indiferente frente a esta situación, estamos vulnerando los derechos de niños y adolescentes” y manifestó que “cuando decimos que debemos preocuparnos por su problemática, debemos hacerlo a través de acciones concretas, que no están vinculadas a retirar a los chicos que limpian vidrios, sino dirigidas a las causas que provocan que estos jóvenes se encuentren en situación de calle y, por ende, de riesgo”.
La docente sostuvo que “debemos remitirnos a las familias, para fortalecer las relaciones familiares y redes vinculares, que en definitiva terminan debilitándose y fracturándose y que permiten que esos niños estén en situaciones de riesgo”.
“El tratamiento que le da la fuerza pública, la Policía en particular, es verdaderamente recriminable e inaceptable. Si nos remitimos a los jóvenes, advirtamos que en esta etapa construyen identidad. Y la identidad se construye no sólo con la familia y la escuela sino en el barrio, con los grupos de pares y también tienen mucho que ver las instituciones”, recalcó.
Landart cuestionó que una institución que “debería erigirse en protegerlos, es la que vulnera sus derechos”. “El Estado tiene obligaciones indelegables ante estas denuncias”, remarcó.
Consultada sobre las razones que llevan a la Policía a actuar de esta manera, interpretó que “por su organigrama verticalista de funcionamiento, las personas que andan en CAPS o en móviles no actúan por decisión propia. Sin duda debe obedecer a una instrucción de funcionamiento”.
La legisladora local reparó en que “estamos en medio del paradigma de protagonismo infantil, de los derechos de niños y adolescentes” y que “en el marco del paradigma, desde donde los distintos estamentos del Estado promovemos el reconocimiento de los chicos como sujetos de derechos, sin embargo recurrimos a metodologías que prevalecieron a principios del siglo pasado y que se encuadran en el paradigma del control social o ‘los menores en situación irregular’ como se decía”.
“Debemos garantizar acciones políticas fundadas en el paradigma de reconocerlo como sujeto de derecho”, declaró e instó a “no hacernos los distraídos y denunciar cada vez que esto sucede”.
“Estos niños son el producto de un sistema; no se encuentran en situación de calle por ser rebeldes o no querer ir a las escuelas, sino que es el producto de una contención familiar y social que se le ha brindado”, apuntó.
También, indicó que los medios de comunicación “publican noticias que tienen que ver con el niño que asaltó o que mató a un despensero que trabajaba honradamente pero muchas veces no se observa la motivación por la que esos chicos se encuentran en situación de calle”.
“Llegaron hasta allí por ser víctimas de una situación de violencia familiar o social sistemática y lo que seguimos haciendo con estas conductas es reforzar esa violencia sistemática de las cuales son víctimas”, cuestionó.