Días atrás, un grupo de jóvenes villamarienses, cultores del longboarding (desplazarse sobre un tabla similar al skate pero de gran tamaño), explicaban a EL DIARIO los alcances de la actividad en nuestra ciudad.
Esta vez, la actividad en su modalidad más extrema conocida como “Downhill” (colina abajo), es hoy lamentable novedad.
El domingo último, en la zona donde usualmente transitan con sus longboard los integrantes del grupo villamariense "Vientos" (tramo de acceso a Mina Clavero en la zona serrana de Copina), Lisandro Gelatti, un joven oriundo de Córdoba perdió la vida tras sufrir un grave accidente.
Durante la jornada de ayer, el jefe de la Policía Caminera, José Heredia, advirtió que se aplicará el Código de Faltas a aquellos que se trasladen con sus tablas por la vía pública.
Para fundamentar la decisión adoptada, el funcionario señaló que los vehículos "no reúnen las mínimas condiciones de seguridad" para movilizarse en calles o rutas, por lo que la actividad se mantiene al margen de lo permitido por la Ley Provincial de Tránsito.
Otro de los condicionantes para el desarrollo del longboarding, según la visión del policía reporteado, tiene que ver con los riesgos que los participantes "tienen para sí y (los que generan) para terceros".
“Analizando la Ley 8.560, desde ningún punto de vista a este tipo de vehículo, si se le puede llamar así, puede ser utilizado en ruta”, indicó hoy el Comisario Mayor a Cadena 3.
Otra de los reflexiones aportadas por el consultado indicaron que incluso “desde el punto de vista de competencia deportiva o actividad recreativa” la práctica “tiene que estar autorizada”.
Para redondear Heredia destacó que el dispositivo legal que regula el Tránsito en la provincia se aplica "en tramos interurbanos", pero remarcó como advertencia que cuando se observe la práctica de longboarding en ciudades y la misma acarreen algún nivel de peligrosidad “tanto la Caminera como cualquier Policía puede hacer aplicación del Código de Faltas”.
Es importante destacar que el descenso a toda velocidad por empinadas pendientes, es sólo una de las tantas formas de utilizar el skate creado en San Francisco (en la década de los ‘50).
En sus otras variantes menos vertiginosas, el longboarding tiene estricta relación con el sano esparcimiento.
En territorio villamariense, el punto de encuentro de los jóvenes amantes del longboard (en todas sus modalidades), se encuentra en la prolongación de la costanera a la altura del desagüe.
Allí, junto a otros que prefieren andar en skate o patinar sobre rollers, los fanáticos de la tabla sobre ruedas encuentran un espacio propicio.