“Todos unidos”, “Respetar la Constitución nacional”, “Volver a la normalidad”. Esas fueron las frases que Amadeo Sabattini le dejó escritas en un recetario a un periodista. Era su receta para los males que aquejaban al país allá por 1957. Eran los anhelos de un hombre que abrazó la militancia política en la UCR desde joven y que se mantuvo fiel a sus principios sin que importaran las consecuencias. Un hombre que conoció la persecución, el exilio y la cárcel, pero también el calor de un pueblo que felizmente lo recibía cuando recorría la geografía de nuestra provincia. Un dirigente que nunca prometió más de lo que podía dar. Un político del que se decía: “el presidente que no fue”.
La impronta de su personalidad profundamente espiritual, amante de la política y de su Unión Cívica radical y su ética impregnan cada rincón de Córdoba, pero también cada rincón de nuestra ciudad, esa Villa María que escogió para establecer su familia e iniciar su proyección política, además de instalar ese consultorio que le permitió conocer la triste realidad que por entonces atravesaba el pueblo cordobés. De allí su obsesión: “agua para el norte, caminos para el sur y escuelas para toda la provincia”.
Su vocación por servir y hacer el bien, sumado a su espíritu de sacrificio y austeridad son la huella y el legado que Don Amadeo nos ha dejado, ya que como él sabiamente decía, “no se puede alcanzar la verdad con falsedad”.
Como Juventud radical hoy queremos rendir nuestro homenaje al Dr. Amadeo Sabattini en el aniversario de su fallecimiento, porque su vida fue, es y será ejemplo de lealtad y entereza política, recordándonos siempre que la ética debe ser una virtud esencial del hombre, fundamentalmente del político.
Juventud Unidad Radical Villa María
Otras notas de la seccion Opiniones
Escriben los lectores
Escriben los lectores
Una historia, entre tantas
Los lectores también escriben
Lamentable
|