El doctor Raúl Alfonsín, en el prólogo escrito para la compilación que hiciera Félix Torres sobre la figura del doctor Amadeo Sabattini se pregunta: “¿Por qué mirar el pasado?... Si se trata de buscar la verdad absoluta, difícilmente la encontrarán… si se aspira a comprender los fenómenos de la vida, los cambios sociales que produjeron los hombres, el desarrollo cultural y sus efectos sobre las épocas sucesivas… el estudio del pasado se convierte en una apasionante aventura que bien vale la pena experimentar.” Y agrega: “Buscar en el pasado, investigarlo, significa conocer los valores, recuperarlos y comprenderlos.”
En este sentido, rastrear en la obra de Gobierno del doctor Sabattini, significa un permanente encuentro de valores personales y políticos en los que los recursos, la obra pública y las decisiones de Gobierno están al servicio del hombre, otorgando al ejercicio del poder un verdadero sentido social. Rastrear en su historia política es un permanente aprendizaje y descubrimiento de esos valores humanos a los que hace referencia el doctor Alfonsín.
Decía el doctor Amadeo Sabattini en su primer mensaje como Gobernador de la provincia de Córdoba ante la Honorable Asamblea Legislativa, un 17 de mayo de 1936: “El problema de la obra pública será considerado desde el punto de vista de la urgencia, necesidad, economía y financiación, no iniciándose obras fundamentales sin el estudio previo e integral de sus proyectos, para que la ejecución responda a un plan sistemático y su realización no sea interrumpida. Preferentemente atención han de merecer aquellas obras que llenan una urgente y sentida necesidad de las poblaciones…”
Es así que resulta sorprendente la búsqueda de datos e información que permita armar la idea directriz del trabajo que deseamos concretar: ¿cuáles son las escuela de Sabattini?, ¿dónde fueron construidas?, ¿cómo eran?, ¿qué proyectos pedagógicos albergaban sus aulas? Digo sorprendente, en primer lugar, porque se puede afirmar que el Gobierno del doctor Sabattini “sembró” de escuelas el territorio provincial. Entre 1936 y 1940 se crean escuelas urbanas y rurales en las zonas y lugares más recónditos de esta provincia, muchas de esas escuelas están cumpliendo en estos tiempos tres cuartos de siglo de vida, permaneciendo intactas sus edificaciones, revelando la calidad y atención que se puso en sus construcciones. Cabe aquí señalar que una de esas escuelas es la llamada doctor José Bianco, de nuestra ciudad.
Y digo sorprendente, además, porque el Gobierno de Sabattini ha registrado cuidadosamente, en todos sus detalles, las inversiones realizadas. Caminos, diques y escuelas constituyen el centro de la preocupación de su Gobierno para la provincia, infraestructura necesaria para impulsar el desarrollo del agro y de la industria como eran sus pretensiones.
Impulsa la creación de escuelas normales provinciales, concordante con su concepción federalista en materia de educación primaria. Concebía una formación “regionalista” de los maestros, “para que estén compenetrados de los problemas vitales nuestros y en cuya consecuencia actúen en su misión formativa e instructora” -Mensaje del doctor Amadeo Sabattini ante la Legislatura, 1 de mayo de 1937-.
La capacitación continua de los maestros estuvo también presente en su propuesta de Gobierno, propuesta que se concreta con la creación del Instituto de Pedagogía, “laboratorio de ricas experimentaciones que se proyecten en las escuelas provinciales” (Amadeo Sabattini, 1937). Este Instituto se ocupó de la orientación de la enseñanza y de las modificaciones metodológicas, estimulando de esta manera una sólida formación permanente de los maestros provinciales para mejorar y actualizar la enseñanza, acorde a los requerimientos de la época.
Todas las escuelas construidas durante el Gobierno del Doctor Sabattini, tanto urbanas como rurales, contaban con casa para la residencia del director, casa para que habitara el portero, Gabinetes de Física, Química y Ciencias Naturales, Sala para Museo, Sala de Lectura, Sala de Música, Sala para la Cooperadora y Consultorio Médico. Esto da cuenta de una concepción educativa donde la enseñanza de las ciencias, de la lengua, del arte y la cultura general, se acompaña con la formación y seguridad laboral del maestro, el cuidado de la salud de los alumnos y la inserción de la comunidad, especialmente de la familia, en el acompañamiento de la labor educativa.
Defensor de la Ley 1.420 y, en consecuencia, de la escolaridad primaria gratuita, laica, común y obligatoria, sostenía el “derecho incuestionable” de las provincias “de administrar los fondos que sus presupuestos destinan a la educación…”.
Las colonias de vacaciones y los comedores escolares acompañarían la labor educativa de las escuelas y se establecerían -según palabras del propio Sabattini en 1937- “en especial en los barrios obreros”, para atender las condiciones básicas de la infancia, para “solucionar en forma satisfactoria y permanente el problema de la salud física de los escolares de Córdoba”.
Escuelas con proyectos provinciales, valorizando las culturas regionales, conocimientos científicos sólidos, desarrollo de conocimientos universalistas pero evitando las uniformidades, docentes formados en las corrientes pedagógicas renovadas que centren su atención en el alumno y en las posibilidades de autodeterminación de sus aprendizajes, considero que esas fueron y son las escuelas de Sabattini.

Lic. Sonia María Oddino
Fundación Amadeo
Sabattini Villa María