Cuando parecía que la disputa entre el intendente Guillermo Cavagnero y su antecesor en el cargo, el hasta diciembre pasado legislador provincial Marcelo Frossasco (y ex socio político) eran parte del baúl de los recuerdos de la política local, una queja vecinal surgida del barrio La Reserva reavivó el pase público de facturas por parte de la actual administración municipal hacia la gestión frossasquista.
En la edición del domingo pasado, un vecino de La Reserva convocó a EL DIARIO para mostrar las condiciones en las que se halla un desagüe pluvial en el barrio residencial La Reserva.
Yuyos y basura, así como escombros, dificultan la circulación del agua en el desagüe a cielo abierto que corre durante doscientos metros, desde el final del bulevar Las Magnolias hasta el río. Pero, para peor, a cincuenta metros del lugar en el que el desagüe deja de ser visible, se produjo un hundimiento de la calle, a raíz del sistema de desagote creado.
Ayer, al ser abordado por este matutino en el municipio, el secretario de Gobierno y de Desarrollo Urbano, Natalio Graglia, admitió los problemas que se hicieron públicos por la queja vecinal. “Esa obra de desagüe está mal realizada”, confirmó el funcionario, el único de los secretarios del DEM que siempre atiende la requisitoria periodística, sea cual sea el tema.
Tras explicar detalles técnicos de la obra, que revelan que se realizó de mala manera, argumentó el porqué se producen hundimientos en la calle de tierra del sector. Y advirtió que la situación podría empeorar con el paso del tiempo.
No obstante, Graglia resaltó que la situación del municipio dificulta la concreción en lo inmediato de una obra que repare lo mal realizado.
“No hemos presupuestado la obra, pero así costara sólo diez mil pesos, es significativo para este municipio”, declaró. Ante la consulta periodística, deslizó que cuando comience la obra de desagües general (financiada por la Nación y a punto de iniciarse el proceso) “veremos de hacer algún cambio en el proyecto para que se contemple la terminación que corresponda a esta obra” problemática.
Admitió que “es un tema difícil de resolver”.
“Los pozos en las calles se dan porque se quiebran los tubos y se socava la arteria. La obra es un mamarracho”, disparó Graglia, quien apuntó que se realizó durante la gestión de Frossasco. Luego, el funcionario aseguró que habló con Rubén González -el vecino que lanzó el reclamo- “varias veces, pero también le expliqué que la solución escapa en este momento al presupuesto municipal”. Asimismo, dijo que “si bien no deja de ser un problema, este es un sector que actualmente no está habitado”.
También declaró que “las quejas también deberían presentarse a quien les vendió el lote”.