Tres efectivos policiales que prestaban servicio en la Comisaría de Distrito Oliva, fueron imputados por el fiscal Félix Martínez por su presunta complicidad en el funcionamiento de varias máquinas electrónicas de juego clandestino ubicadas en dos bares de aquella localidad.
Se trata del comisario inspector Sergio Bracamonte, el oficial principal Cristian Padilla y el cabo Claudio Otta, quienes fueron imputados como supuestos coautores del delito de “omisión de los deberes de funcionario público”, tras una denuncia formulada en diciembre pasado por una vecina de Oliva.
Pese al hermetismo que rodea el caso, EL DIARIO pudo averiguar que hace poco más de dos semanas, la Fiscalía de Oliva, a cargo del funcionario judicial villamariense, con la intervención de personal de la Policía Judicial, allanó los bares “Ideal” (ubicado en avenida Olmos, en pleno centro de la ciudad) y “La Cámara” (en avenida Colón, a dos cuadras de la sede policial), donde se procedió al secuestro de máquinas de póquer y tragamonedas en las que se realizaban apuestas clandestinas, infringiendo así la ley provincial que prohíbe los juegos de azar.
En principio, los uniformados implicados en la causa están acusados de haber encubierto el funcionamiento ilegal de esas apuestas prohibidas (dicho en otras palabras, se les atribuye haber hecho “la vista gorda y mirar para otro lado”), aunque también se sospecha que la inacción policial sería “a cambio de dinero”, algo que hasta el momento no se ha podido establecer fehacientemente.
En cambio, sí se pudo establecer la manifiesta inacción policial sobre el funcionamiento del juego clandestino en los citados bares, algo que era “vox pópuli” en toda la comunidad olivense.
Por esa razón, el fiscal Martínez sólo les imputó la presunta coautoría de “omisión de los deberes de funcionario público”, un delito excarcelable que les permite continuar en libertad, aunque los tres efectivos se encuentran de licencia.

Pocos datos

Para conocer detalles de la investigación, este matutino consultó al fiscal Martínez, quién sólo se limitó a confirmar que está instruyendo la causa y la imputación que pesa sobre los funcionarios policiales, aunque declinó proporcionar cualquier otra información al respecto.
Sin embargo, una calificada fuente policial precisó que los acusados son el comisario inspector Bracamonte (quien al momento de ser denunciado, en diciembre pasado, era comisario), el oficial inspector Padilla y el cabo Otta, y que los bares allanados son el “Ideal” y “La Cámara”.
El vocero indicó que los tres cumplían funciones en la Comisaría de Distrito Oliva, que depende de la Unidad Departamental Tercero Arriba (cuya cabecera está en la ciudad de Río Tercero), y desde hace algunas semanas se encuentran de licencia.
También interviene en la causa el Tribunal de Conducta Policial de la provincia de Córdoba, que evaluará internamente el proceder de los uniformados.