Con un caño de bronce

Señor director:
Demás está decir que después de leer este párrafo tan especial, tal vez a ustedes señores lectores les llegue la idea de saber quién escribió esto y por qué.
Existe en la actualidad un gran médico llamado Francisco Occhiuzzi, quien en una de sus tantas charlas habla de la nueva enfermedad moderna: la broncemia.
Para dar una definición de esta enfermedad, Francisco la define como “la cantidad de bronce en sangre”; a medida que pasan los años, el individuo que se enferma de broncemia cree que se transforma en prócer y sueña que su estatua de bronce alguna vez estará en el patio del lugar que lo hizo famoso.
La enfermedad de la broncemia tiene dos etapas.
La primera etapa es la importantitis, en la que el enfermo de broncemia se cree tan importante que cree que nadie es mejor que él.
La segunda etapa es la inmortalitis y es cuando el enfermo de broncemia llega a su etapa final, el total del bronce invade todo su cuerpo y ahí se cree una estatua olímpica e inmortal.
El sábado pasado un conocido enfermo de broncemia, locutor de una radio local por necesidad y no por talento ni por título oficialmente habilitante, tuvo la osadía de bastardear, injuriar y denigrar al personal del área Tesorería del Banco Nación de la Sucursal Villa María, usando una verborragia tal, que sólo un enfermo de broncemia puede despedir.
Lo más grave de esto es que este señor parece estar en la primera fase de esta enfermedad: la importantitis, creyendo que sus comentarios, carentes de toda autoridad, serán escuchados por la mayoría de los ciudadanos que pueblan esta hermosa ciudad, juzgando al personal del Banco Nación como lo último en calidad de personas para desarrollar esa importante actividad y no reparando en que ellos ejecutan un gran esfuerzo en poner toda su calidad humana y profesional para atender con cordialidad a todos aquellos clientes que visitan día a día ese prestigioso banco.
Estimado seño, antes que usted entre en la segunda etapa de la enfermedad, por favor realice un cambio sustancial en la apreciación de sus comentarios, cierre la cloaca que posee como boca y no emita ningún comentario. Un micrófono no le da a usted derechos; atienda antes sus actos personales que dejan mucho que desear y no se dedique a hablar de los demás y menos a injuriar sin costo. Puede que alguien comente en este medio cómo usted maneja su vida probada y sus finanzas, echando por tierra esa imagen que usted cree tener y que no es tal.
El bronce no sólo se utiliza en estatuas. Las placas de los cementerios también inmortalizan. Téngalo en cuenta, puede que usted ya sea un muerto en vida.

DNI 11785678


En defensa de una policía investigada

Señor director:
Somos familiares de Teresa S. quien injustamente ha sido involucrada en un caso de aborto con el que no tiene ninguna relación. Comprendemos los recaudos que la Justicia debe tomar para asegurar que la investigación tenga su curso normal, pero debido a la repercusión pública del caso y a que Teresa es agente policial entendemos que estos recaudos son desproporcionados respecto de ella.
Comprendimos con resignación que debía esperar detenida algunos días (por los feriados y fines de semana) hasta la indagatoria y que sean cumplimentados algunos pasos procesales, sin embargo esos días se alargan y hoy, lejos de ordenar su liberación, se la traslada a una prisión cordobesa.
Las publicaciones de la prensa se han centrado en quien formula la acusación sin anoticiarse de que Teresa no guarda relación con el caso y sembrando sospechas que no tienen razón de ser y es en parte por esta presión que la Justicia quiere mostrarse enérgica y cauta.
Teresa no sólo tuvo su primer hijo sola, con el sacrificio que implica, y a los 15 años, saliendo adelante siempre por su voluntad, sino que hoy está gestando un nuevo embarazo en estas horribles condiciones que no merece en absoluto y que la Justicia tiene responsabilidad de demostrar con premura. Es por eso que ponemos a disposición toda la ayuda necesaria a tal fin.
Vemos con profunda pena y dolor como sus hijos lloran la ausencia de su madre y no pueden comprender la injusta situación. Estos hechos, junto con el embarazo en curso, nos llevan a solicitarle a la Justicia que investigue, que avance, pero que permita a Teresa aportar lo necesario a la causa en una detención domiciliaria. Su situación lo amerita largamente, pero esto es decisión del fiscal que, hasta el día de hoy, no ha decidido tal cosa, pero confiamos que sabrá comprender este pedido.
No hay dudas de la inocencia de Teresa y será la Justicia la que lo ha de determinar, sólo pedimos que se haga en condiciones óptimas y que en este caso, sostenemos, es con Teresa junto a sus hijos y en condiciones de salud e higiene acordes a su estado.
Confiamos en Dios y en que sabrá guiar a quienes decidan sobre este caso.
Melisa Re
DNI 36812832


Por Justicia

Señor director:
Si los que conformamos una sociedad organizada no creyéramos en la Justicia el mundo sería un caos. ¿Por qué existe entonces la injusticia? Por el hombre.
He conocido el caso de un papá que en su único afán de tener a su hijo (de meses de vida) y asegurarse su integridad dado que el menor ha sido amenazado de muerte por su progenitora, buscó la protección y la guía de la Justicia y se encuentra hoy en un callejón sin salida, pues la inoperancia y el desinterés de abogados y funcionarios judiciales los castigan a ellos, padre e hijo, negándoles la posibilidad de contacto y protección.
Los derechos del padre no se respetan, pero cabe preguntarse: ¿y los derechos del niño? A la vida, a la seguridad, a la identidad ¿nadie los defiende a pesar de las acciones de ese padre?
Al padre le asiste el derecho de que sus dichos se investiguen y entonces el funcionario, con la ley en la mano, pero también con ecuanimidad, objetividad y sentido común, pensando y valorando siempre el interés supremo que es la seguridad del bebé, debe determinar qué hacer, instrumentar los medios para dar protección efectiva a esa criatura, darle identidad y permitir el contacto con su padre.
Entonces sí, será Justicia.

Luis de Santiago
DNI 6589971