|
|
|
|
|
|
|
Joselo, Jhoser y Faver, posaron con buen humor para las fotos y también hablaron de todo |
|
|
|
|
|
Entrevista: Gustavo FerradansFotografía: Osvaldo Carballo
Los tres son extranjeros, pero ya se sienten bien villamarienses. Son Joselo Nazareno, Jhoser Rafael Contreras Rangel y Faver Rivas Mosquera y juegan en Lechuzas Villa María. Llegaron desde Ecuador, Venezuela y Colombia, respectivamente, y en esta ciudad han ido forjando amigos, han sumado relaciones de amistad y han ido sintiendo el apoyo y el cariño de toda la gente.
Joselo, el ecuatoriano, es el que más tiempo tiene en nuestro país. Vive aquí desde hace casi cinco años y es el que más ha adoptado nuestras costumbres y modismos. También es el más tímido de los tres.
Por su parte, Jhoser, el venezolano, es una de las principales figura del equipo y de su seleccionado nacional, es el más chico de edad de los tres, el más mesurado al momento de opinar o hablar y hasta el más observador de cada interlocutor.
En cambio, Faver, el colombiano, se muestra como el más carismático de los tres y el que expresa sus alegrías. Es hasta, tal vez, el que se muestra como el más alegre del plantel.
Con los tres nos reunimos en el gimnasio ubicado en el interior del colegio Rivadavia, luego del entrenamiento de ayer, y hablamos de distintos temas. De su relación con la ciudad, la comida, los modismos y, por supuesto, también de lo que se viene, la serie de repechaje para buscar mantener la categoría y de su futuro. Ellos coincidieron en algo: “Me quiero quedar la Liga que viene en Lechuzas”.
-¿Cómo se sienten en la ciudad?
Faver: “La ciudad se puede describir como algo mágico porque pese a que soy extranjero son muy amables, te saludan todo el tiempo. A pesar de que esperan resultados del equipo, siempre te saludan con una buena sonrisa y eso hace forjarse uno más para brindar la felicidad que la ciudad espera de nosotros.”
Jhoser: “No tengo ninguna queja. Es demasiado bella, tranquila y limpia. Es asombroso andar por la calle y todo el mundo te pregunta “Epa, Lechuzas, ¿qué tal?” y uno siente emoción. En todo el mundo no se ve eso y aquí, de verdad, les gusta mucho el deporte y aman este deporte que es el voleibol.”
Joselo: “Como ya dijeron mis compañeros, la verdad me he quedado sorprendido en el trato de las personas que hay aquí. Son todos muy amables, me siento demasiado cómodo. Yo he vivido cuatro años en Buenos Aires, pero nada comparado con lo que he vivido aquí en Villa María. Me siento muy bien acá.”
-Uno los ve por la ciudad y nota que cada uno ha hecho su grupo de amigos, comparten salidas y paseos. Ustedes han caído muy bien…
Faver: “Los chicos van a vernos a los partidos y cuando nos ven en la calle interactúan con uno. Me preguntan qué haré cuando esté libre, me comunican por Facebook para organizar algo, ir al río o a la pileta.”
Jhoser: “Yo no tengo Facebook, pero si son buena onda te invitan a su casa, a comer un asado, a ir a su pileta, a pasar una tarde agradable... Cuando estoy solo en mi casa me invitan para no estar encerrado y me dicen ‘vente para mi casa’.”
Joselo: “A mí me pasa lo mismo. Desde que yo llegué a Argentina nadie me había dicho vamos a tomar unos mates, como pasa en Villa María. Y, como a mí me gusta tomar mate, me invitan siempre.”
-¿Ya se acostumbraron a tomar mate?
Jhoser: “No me gusta mucho. Me ha tomado alguna foto Gabriel Giraudo porque me decía ‘para que te vean tomando’, pero no me gusta mucho.”
Faver: “Yo todavía no le encuentro el gusto. No es que no me guste, no me ha atrapado.”
-¿Y con las comidas?
Faver: “Para mí es algo muy normal. Cuando estuve en Grecia fue muy similar, muchas pastas, muchas ensaladas y carnes. No tengo problemas con la comida.”
Jhoser: “A mí me parece muy buena. La pasta es muy rica y es además mi comida favorita, me encanta la pasta.”
Joselo: “Yo no tengo problemas; como lo que venga.”
-Los cordobeses tenemos por costumbre utilizar algunas de las llamadas “malas palabras” a la hora de hablar entre amigos y en confianza. ¿Se les han pegado esas palabras? (los tres sonríen por la ocurrencia de la pregunta).
Joselo: “A mí se me ha pegado el ‘culiao’, sí, señor.”
Jhoser: “A mí no tanto, yo soy muy pegado a mi hablar venezolano. A veces se me salen por joder, no es que me salgan por decirlo. Sólo para ‘echar vaina’ (NdR: utiliza un modismo de su región que significa “sólo para molestar o bromear”). No me sale decir pelotudo o boludo, por ejemplo.”
Faver: “Yo la que más utilizo con mis compañeros y amigos es el ‘culiao’, esa ya se me ha pegado.”
-Ahora hablemos del juego, nos pongamos serios un rato. Durante la Liga hubo partidos en los que el triunfo estuvo muy cerca de ganar, pero por la juventud del equipo no se dio. A la vez han tenido la suerte de tener enfrente a jugadores de mucha experiencia como Milinkovic, Arroyo, García o Spajic. A algunos de ellos los han visto jugar desde que eran chicos, imagino...
Jhoser: “Yo los vi en el Preolímpico. Nunca me imaginé que a Milinkovic me lo iba a enfrentar de contrario. Resulta ser que cuando llego aquí me lo encuentro y para mí fue un orgullo. Ellos son grandes en el voleibol y jugar ante Milinkovic y hacerle un bloqueo… ¡coños! (NdR: modismo cuyo significado es “que denota sorpresa”). Yo me digo que si el llegó adonde está yo también lo puedo hacer.”
Faver: “En los partidos que estábamos ahí para cerrar, para ganar y nos vamos para atrás, creo que en eso suma la experiencia y todo eso. Por ahí nos desesperamos mucho para cerrar rápido el partido, para terminarlo y no salen las cosas, ahí viene un error, otro y nos vamos para atrás en vez de ir para adelante. Eso es falta de experiencia.”
Joselo: “Pienso lo mismo. Cuando estamos por cerrar un partido nos aceleramos demasiado, nos emocionamos mucho y ahí es cuando comenzamos a cometer errores. Son cosas que se corrigen con trabajo.”
-Pero se logró el primer objetivo de salvarse del descenso directo. Ahora queda un cruce más en el repechaje. ¿Cómo lo viven a casi una semana de empezar a jugar?
Faver: “La idea del cuerpo técnico es mantener el ritmo de juego que veníamos trayendo, para llegar a la final al mejor ritmo posible y estar tranquilos. No sentir tanta presión y que nos haga efecto porque hay que sobrellevarla. Ya nos vamos a desenvolver y vamos a ver cuál es nuestro rival.”
Jhoser: “Yo estoy curioso por ver el rival para conocer en qué nivel están. Esa es la curiosidad que tengo. A los partidos que vamos hay que ir con todo, no podemos permitir, después de haber luchado tanto, que venga un equipo de la A2 a descendernos. No es posible. Tenemos que ir mentalizados de que tenemos que ganar todos los juegos para finalizar todo bien.”
Joselo: “Los entrenamientos de esta semana han sido pesados, le estamos dando duro para sacar un buen resultado. Al que venga hay que darle duro.”
Supongamos que en dos semanas el objetivo ya se ha cumplido y se queda Lechuzas en primera. ¿Qué será de su futuro? ¿Qué proyectos o propuestas tienen?
Joselo: “Yo tengo una propuesta para irme a Bahrein. Cuando termine acá, entrenaré un poco más en Buenos Aires y de ahí parto. Si me vuelven a llamar para jugar acá, en Lechuzas, vuelvo sin pensarlo y listo. Cuando termine allá vuelvo a jugar la Metro.”
Jhoser: “En mi caso me ofrecieron para irme a Francia, pero no sé todavía. Me gustaría repetir otro año aquí en Villa María porque me gusta mucho el trato, cómo son las personas, los dirigentes, todos. Esta es una Liga muy buena, muy competitiva y de mucho nivel. Me gustaría volver a jugar en Lechuzas. Además, con el favor de Dios, en mayo vuelvo a jugar con mi selección el Preolímpico aquí en Argentina.”
Faver: “Ahora, de inmediato tengo el Preolímpico con mi selección. Primero quiero terminar aquí la Liga y por ahí suenan algunas propuestas, pero todavía no hay nada concreto. En mis sueños está poder quedarme acá, pero primero hay que luchar por lo que viene, zafar del descenso y luego ponerse a pensar en lo que viene.”
Es tiempo de que se vayan a descansar. Finaliza una charla amena y agradable con tres pibes que son interesantes promesas del vóley. Tres muchachos que no se sienten extranjeros en esta ciudad y que sueñan con dejar a Lechuzas en primera.
@ Joselo Nazareno
Juega de opuesto.
Nació el 21 de marzo de 1990 en la ciudad de Esmeralda, San Lorenzo (Ecuador).
“Comencé a jugar al vóley a los 15 años. Entré directamente a la selección. En el 2006 jugué mi primer Sudamericano, aquí en Argentina, que se hizo en Rosario. Fui superando etapas hasta llegar a Argentina para jugar en Boca Juniors. Luego jugué en Obras de San Juan la Liga A2 y volví otra vez a Boca. Hace cuatro años que juego en Argentina y este año estoy en Villa María.”
@ Jhoser Rafael Contreras Rangel
Juega de punta-receptor.
Nació el 3 de abril de 1993 en San Antonio de Heras, está pegado al lago, en el Estado Zulia, en Venezuela.
“Empecé a jugar voleibol a los 10 años. Antes jugaba béisbol, nunca pensé que podía ser jugador de vóleibol. Mi hermano fue el que me dijo ‘vente a jugar aquí’ y así fue que empecé a jugar. Primero fue en el colegio, me vieron y me dijeron ‘tienes talento’. El año pasado jugué en la Liga Venezolana. Primero jugué en el seleccionado del municipio, luego en el Estado y luego en la nacional. Pasé por todas las categorías. El año pasado jugué Juegos Panamericanos.”
@ Faver Rivas Mosquera
Juega de central.
Nació 6 de noviembre de 1988 en Medellín (Departamento de Antioquia), en Colombia.
“Empecé a jugar al vóley a los 12 años en el colegio. Ahí me citaron al club provincial y fui escalando posiciones hasta que tuve mi primera selección Sub 16. Ese año no pude jugar el Sudamericano. Luego quedé en el equipo juvenil y siguió mi trayectoria hasta llegar a Grecia para jugar la A2 de allá. Y ahora en Lechuzas.”
Otras notas de la seccion Deportes
El peor Agosto de su vida
Argentino, campeón
Jockey no pudo con Athletic
Otra victoria del "Sanmar"
Villa María, subcampeón
|