Lo trasplantaron hace catorce años y hoy, nuevamente, está luchando por su vida y a la espera de una nueva cirugía de iguales características.
Sus amigos, sus compañeros están virtualmente enviando fuerzas para este joven que no se detuvo ante la adversidad y diariamente libra una dura batalla con la realidad que “le tocó vivir”.
Se llama Ricardo Alberto Gaido, tiene 24 años, y hace unos días está internado en la Unidad de Terapia Intensiva del Sanatorio Allende en la lista de espera para poder contar con un órgano (hígado) indispensable para su cuerpo.
Ayer se encontraba “con asistencia mecánica a la espera del órgano que haga posible el retrasplante”, indicaron fuentes del centro asistencial consultadas por EL DIARIO.
“El pronóstico es reservado”, señalaron.
Ricardo es atendido por el equipo de trasplante hepático del Allende encabezado por los doctores Octavio Gill, Carlos Valenzuela y Rogelio Traverso.
El joven villamariense, nacido el 1 de julio de 1987, es bombero. Integra el cuerpo desde la adolescencia. Ser un voluntario del cuartel ubicado en calle General Paz ha sido de una gran ayuda
Tras sufrir una hepatitis autoinmune debió ser trasplantado hace más de catorce años. De Córdoba lo llevaron a Buenos Aires e hizo una vida normal hasta hace unos meses cuando aparecieron complicaciones.
Nunca bajó los brazos, corrió maratones y se puso de lleno a trabajar en Fundayt intentando que la sociedad tome conciencia de la importancia de la ablación de órganos.
Emprendedor, dispuesto, gran compañero. Así lo describen los que lo conocen.
“Fuerza, hermano, fuerza cefer estamos todos con vos...”. Las palabras de aliento se multiplican en su muro de Facebook y obtienen como respuesta el agradecimiento del joven que estudió en el CENMA del barrio General Roca.
Un muchacho que se acostumbró a enfrentar su realidad y llevó una vida normal transitando el camino de la solidaridad, participando en dos instituciones de peso como los Bomberos y Fundayt.