|
|
|
|
|
|
|
El caribeño, en un momento del recital (gentileza de “La Mañana de Córdoba”) |
|
|
|
|
|
El máximo exponente de la salsa en estos días, llegó a Córdoba para dar un show imponente, en el marco de su gira para presentar su último trabajo "Icono", y recibir el cariño de diez mil personas que llenaron un Orfeo que bailó y vibró al son de los timbales.
Parece un recital de rock, de esos convocantes. Hay dos campos, uno de ellos VIP para estar más cerca del artista de turno y lograr los mejores momentos. Desde la organización nos dicen que “está lleno, en un 100%. Calculamos unas diez mil personas”. Mientras afuera las gotas amenazan con el frío, miles y miles van llegando enfrentando a cualquier cosa para que este lunes no sea uno más. Claramente en una actitud roquera, como las mujeres que dentro del show se pondrán en los hombros de sus parejas. Pero no es un recital de rock. Se percibe en las vinchas y los sombreros que aclaran con letras brillantes que el que se presenta es Marc Anthony.
Dentro del Orfeo la gente se prepara para uno de los shows del año sin lugar a dudas. Uno de esos shows donde no se puede no ir. A la gente la recibe, luego que en más de una hora Marcelo Stutz y Marcos French mostraran lo mejor de la escena local, un escenario a oscuras y con tan sólo instrumentos, A priori no necesita nada más. O sí. Lo más suyo. Su voz. Un amigo conocedor de estas cosas me diría: “Te puede gustar o no, pero la voz que tiene, mamita, la voz que tiene".
A las 21.35 sube al escenario. De impecable negro y unos lentes para el sol que hacen juego. Una introducción con “Aguanile” para que se presentara y todos le dieran la bienvenida. A él, a la música, al baile.“Valió la pena” y “Y hubo alguien” trajeron la salsa al lugar, los pasos rápidos y los reflejos para esquivar un peluche que le tiraron. Mujeres desaforadas por así decirlo le hacían saber que estaban enamoradas de él. “Dono mis órganos por un abrazo tuyo” fue lo que más gracia le dio, como ropa interior de mujeres que lo desconcentraban. Una de sus favoritas sonó cuando “Tengo tanto miedo de perderte” hacía mover al corazón. No sólo por la letra, sino por el ritmo.
“¿Vinieron a gozar, mi gente? Nuestra gira termina esta noche. Juro cuando digo que esta experiencia me va a hacer regresar a mi casita más lleno que nunca. Les quiero agradecer por eso”. La forma de agradecer es con más éxitos de él. De sus CD anteriores y con la música que se mete en las venas y hace que salgan despedidos de las butacas a la gente. Más allá de alguna cara mala por problemas en el sonido, el “rico” que sale de su boca hace estremecer a las mujeres y el ritmo a todos.
“Me dicen que ustedes bailan bien. En Córdoba se baila bien y rico ¿verdad?” y todos bailan “Hasta ayer”, “Vivir lo nuestro”, “Yo trato”, “¿Y cómo es él?”, “Nadie como ella” fueron temas que generaban los gritos y los pasos de quienes tenían una radio de lujo y cara. Porque a veces ni lo veían a él, sino a sus parejas para bailar.
“Qué precio tiene el cielo”, “Mi gente”, “Te conozco bien” y “Tu amor me hace bien” fueron los últimos temas. De los más románticos, de los que levantan una leve sospecha de haber sido dedicados siempre a su ex Jennifer López, pero que a las mujeres que le tiran banderas argentinas, peluches y corpiños no les interesa. Este lunes fue de ellas y no de nadie más.
Al lado mío una mujer me comentaba que “baila y canta como los dioses”. Yo me acordé de mi amigo y asentí con la cabeza.
Juan José Coronell
Otras notas de la seccion Culturales
Analía Rosso mostrará sus cuadros en el Favio
Inscriben en escuela de modelos
Un humor sin red
"Hago bailar cuarteto a americanos y extranjeros en mis clases de Nueva York"
El PEUAM obtuvo un premio en Ausonia
|