Con la consigna de “industrializar la ruralidad”, desde el INTA Precop AVO (Agregado de Valor en Origen ) comenzaron a promocionar la iniciativa de producir bioenergía en las comunidades agrícolas, dado que considera que la falta de ese bien es uno de “los factores limitantes de las próximas décadas para la producción”, según indicó Mario Bragachini, técnico de la entidad.
En una rueda de prensa brindada en ExpoAgro para el pool de periodistas (ver recuadro a la derecha), el especialista destacó que la iniciativa es viable y tiene futuro, aunque admitió que una planta cuesta alrededor de nueve millones de dólares.
Confía en que en base a políticas de Estado que promuevan el Agregado de Valor en Origen, sumado al asociativismo, se pueden poner en marcha.
En su disertación, dio como ejemplo la planta que está construyendo en Villa María la Asociación de Cooperativas Argentinas, a través de ACA Bío, que demanda una inversión de 80 millones de dólares para producir bioetanol. Aseguraron que cuando esté en marcha el año próximo, generarán 275 puestos de trabajo de manera directa e indirecta y producirán 125 mil metros cúbicos de bioetanol por año con destino a los cortes de naftas.

Asociativismo

Bragachini plantea que la producción de bioenergía es económicamente viable y además, necesaria, dado que es imperante empezar a remplazar el petróleo por alternativas renovables.
Entiende además, que así le devolverán “al productor los 270 días de trabajo al año”, generando recursos en cada comunidad.
El panorama planteado así, parece utópico. Pero Bragachini considera que es posible. “La llave para los mejores resultados en producción de bioenergías y Agregado de Valor en Origen está en el asociativismo, la herramienta necesaria para posibilitar la participación de los productores agropecuarios y de las Pymes”.
Como ejemplo, dijo que quince plantas Pymes de extrusado-prensado, que en conjunto procesen 150.000 litros por día de aceite de soja, pueden instalar asociativamente una planta productora de biodiésel en origen para proveer al cupo interno de corte del gasoil. Esta integración asociativa se logrará mediante Pymes y lo que él llama Cooperativas de Nueva generación.
Entiende además, que es indispensable el compromiso de los gobiernos locales y está esperanzado en que el Estado en todos sus niveles aporte los fondos para que empiece a girar la rueda de la producción.
Asegura que en 2014, habrá entre ocho y diez plantas productoras de etanol en base a grano de maíz, la mayoría en la provincia de Córdoba.
Finalmente, el técnico aseguró que no tiene asidero la preocupación fundada en el temor de que el grano que se destina para energía, se pierde para alimentos. “Sin energía tampoco se puede producir alimentos”, concluyó.