“Antes podían tramitar la documentación aquí en la ciudad, bajo el programa Patria Grande, pero no sé lo que sucedió y ahora tienen que viajar a Córdoba capital, al Consulado.”
Liliana Costabello es trabajadora social y tiene un centro comunitario en barrio Las Playas de Villa María desde hace varios años. A su copa de leche asisten muchos bolivianos y ella está preocupada por el acceso que tienen a la documentación.
Entrevistada por EL DIARIO, remarcó que “algunos de los chicos no se mueven de los límites del barrio”, graficando que “más difícil es, entonces, que viajen a la capital provincial para hacer los trámites del DNI”.
“Lo que para nosotros parece una pavada porque nos tomamos un colectivo en la Terminal y nos vamos al Consulado en remise y regresamos a Villa María, para ellos no lo es por sus costumbres”, resaltó.
Costabello señaló que viven de manera “muy precaria”. “Son viviendas muy chicas. En una habitación de tres por tres transcurre toda la vida familiar”, explicó.
“Ellos se instalaron en esta tierra y levantaron su espacio con mucho sacrificio y dificultades. Hacen de su lugar un espacio comunitario importante y han adquirido mucho sentido de pertenencia en el barrio”, comentó.
La trabajadora social y voluntarista apuntó que si bien gran parte de los ciudadanos que llegaron de Bolivia continúan desempeñándose en cortaderlos de ladrillos y en quintas, muchos trabajan en obras de construcción y algunas mamás comenzaron a hacer trabajo doméstico.
Advirtió que “lamentablemente la capacitación laboral que poseen no les permite realizar otra tarea”.
La entrevistada hizo referencia al trabajo infantil, explicando que la mayoría lo hace, aunque “ellos dicen que es una colaboración y acompañamiento a sus papás”.
“Esto tiene un riesgo. Por ejemplo en los campamentos de ladrillos el riesgo es altísimo. Uno ve que el horno está a temperatura altísima”, advirtió.
“Esos chicos van luego a la escuela, pero no tienen el mismo rendimiento”, aclaró.
“Las niñas van a la escuela; allá en Bolivia eso no es importante, pero se ha empezado a romper esa costumbre aquí y concurren al colegio”, dijo.
Costabello valoró que “no hay discriminación” en el barrio hacia los chicos de otro país. “Este es un sector que se fundó en la inmigración, aunque no es lo mismo que ser italiano, pero es un barrio que asimiló muy bien la inmigración”, manifestó a este diario.