La de ayer, no fue una mañana cualquiera para Federico Albornoz, un joven de 18 años que vive en Villa Nueva.
Es que, antes de las 11 de la mañana y mientras hacía tiempo en una de las esquinas del puente Negro que une las dos Villas, una mujer de 35 años pasó frente suyo corriendo al grito de ¡me voy a matar!
Observando esta situación, la intuición de Federico lo llevó a que siga a esta vecina que evidentemente estaba alterada y anunciando lo que haría.
Allí fue donde este adolescente se vistió de héroe para ser más rápido e impedir que se tire desde arriba del puente “Isidro Fernández Núñez” a las aguas del Ctalamochita.
En diálogo con EL DIARIO, Federico relató el episodio: "Estaba parado en una de las esquinas del puente Negro, cuando una señora pasó gritando 'me quiero matar' y la seguí para ver qué pasaba".
Cuando, para sorpresa de él, la mujer iba en medio del puente y "se cruzó para el otro lado, entonces la agarré de la mano y no la dejé caer".
Pese a esto, el joven villanovense explicó que "ella se quería tirar, gritaba y hacía fuerza con las piernas para que no la retenga".
En esta situación límite Federico dio cuenta de que otro hombre, que pasaba por el lugar, al notar lo que ocurría se acercó para ayudarlo, "yo la agarro para que no se tire, entonces el otro señor la levanta de un pie y la cruza para el otro lado... Y se desmayó", dijo.
Narró que inmediatamente llamaron al Cuerpo de Bomberos Voluntarios y a la Policía, que al llegar allí les tomaron los datos a ambos, quienes rescataron a esta mujer de la que no trascendió la identidad, y que sólo reclamaba por volver a su hogar.
Consultado sobre si conocía a la persona a la que le salvó la vida admitió que no. "Sólo sé que vive en La Floresta", dijo.

Héroe desocupado

Cabe mencionar que Federico, se encuentra sin trabajo, luego de culminar sus estudios secundarios el pasado año.
Pese a que aprendió y colaboró en el taller mecánico de su padre, ahora quiere buscar un nuevo horizonte, por lo que después de haber tenido que vivir la situación por la mañana, en horas de la tarde mantuvo una entrevista laboral en una reconocida empresa concesionaria de automóviles en la que podría quedar seleccionado. “Me fue bien, mañana tengo que llevar todos los papeles para ver si quedo”, dijo esperanzado este joven que seguramente tendrá en sus retinas la jornada de ayer por un tiempo prolongado y que le será difícil borrar de su mente.
También es motivo de orgullo para sus padres, Juan Manuel y Claudia, quienes se mostraron junto a su hijo en la vivienda de calle Marcos Juárez al 1262, donde tienen el taller de mecánica y electricidad.