María Trombotto cumple con sus obligaciones con total responsabilidad.
Cada vez que las boletas por distintos servicios llegan a su departamento de calle Carlos Pellegrini se ocupa raudamente de ir a pagarlas.
Sin embargo, producto de los errores burocráticos, desidia o algún "llamativo olvido", la frentista de barrio Centro tuvo que afrontar una desagradable sorpresa: le comunicaron desde AERCA que registraba una supuesta deuda con la Cooperativa "15 de Mayo" que provee en la ciudad el servicio de agua, cloacas y desagües pluviales.
Debido a esta situación pasó a integrar el listado de personas con informes comerciales (negativos), una especie de "Veraz" local.
Plenamente consciente de que no tenía ninguna deuda, la mujer buscó los recibos de las boletas abonadas en el Banco de Córdoba y se presentó en la sede de la Cooperativa de agua.
Allí y a pesar de exhibir a quien quisiera observar los documentos, las explicaciones fueron más que confusas.
"Lo que pasa es que el Banco nunca nos rindió cuentas a nosotros", argumentaron en la entidad cooperativista.
Pensando que el tema se había solucionado, Trombotto se retiró tranquila sin saber que la historia no terminaría allí.
Es que a su domicilio, dos meses después, llegó una intimación emitida desde la oficina del abogado Miguel Horacio Pérez, intimando a la vecina a "regularizar extrajudicialmente su deuda en mora".
"A tal fin, deberá presentarse o comunicarse con nuestro estudio jurídico para coordinar una modalidad de pago dentro de los cinco días de recibida la presente", subrayaba el escrito que hizo montar en cólera a la mujer.
Sin perder tiempo, María se presentó ante el abogado que se encarga de las numerosas demandas que se están haciendo a habitantes de Villa María.
El letrado, en su diálogo con María, le explicó que todavía "no le habían desbloqueado la cuenta".
"Por 120 pesos estoy en AERCA y ahora tengo que hacerme cargo de un abogado porque supuestamente debo", expresó la reporteada por EL DIARIO.
"Seamos realistas... esto es una sinvergüenzada (sic). Si yo hubiera perdido las boletas hubiera tenido que pagar", acotó la entrevistada.
"Me molesta haber perdido el tiempo y soportar un mal momento", subrayó ante este medio.
"Vi en ese estudio jurídico a mucha gente que creo estaba por el mismo tema. Supongo que si no tenían cómo demostrar su condición de no deudores, seguro estarán en problemas", manifestó.
“Me parece que las empresas que brindan servicios públicos deberían ser más serias y dedicar esfuerzos para evitar confusiones y problemas a los usuarios”, indicó para concluir la frentista que recomendó no perder de vista los comprobantes de pago.