El municipio de Villa Nueva atraviesa actualmente una de las más agudas crisis económicas que se recuerden.
La falta de ideas y la impericia para superar la delicada situación y volver a poner en equilibrio a la comuna motivaron a la reconocida vecina villanovense Carlota Molina de Moreno a redactar un escrito que tiene un solo destinatario: Guillermo Cavagnero.
A continuación, se reproduce textualmente la misiva.

“Al señor Cavagnero:
Hoy es un día luminoso en Villa Nueva; un día sereno, plácido y digno de ser vivido como todo ciudadano desea y merece después de haber tenido una semana de trabajo y esfuerzo. Un día donde la plaza es un lugar para gozar a las puertas de un otoño más.
Quizás hasta se escuche del campanario de nuestro templo, viniendo del pasado, aquella música de sus bronces... ¡Claro, con imaginación, atributo que a usted le falta!
Un día donde, sin querer ni pensar, la larga fila de intendentes anteriores, desde su despacho, frente a nuestra plaza, proyectaban estrategias para resolver los problemas de ‘SUS’ vecinos.
Proyectos llenos de entusiasmo. Entusiasmo que usted no tiene; estrategias, que a usted no le surgen ni en la más remota de las fantasías.
No, usted espera que le caiga del cielo la magia de Harry Potter
Tal vez en un día como éste, los intendentes del pasado se hubieran levantado más temprano para tomar decisiones de cara al pueblo.
Pero ese atributo tampoco lo posee usted, parece que a las decisiones las tienen que tomar en Buenos Aires o en Córdoba.
No, usted no toma decisiones, usted sólo toma el vehículo (cuyos gastos pagamos nosotros) que lo lleve a mendigar.
¿Sólo eso le dicta su imaginación?
Señor Cavagnero... perdón, no lo puedo ungir con el soberano título de intendente. No se lo merece ni siquiera por ese increíble porcentaje que lo llevó al triunfo en su segunda aventura.
Hace tiempo que viene incrementando el gasto con una planta política que debería eliminar, que sirve sólo para agrandar el gasto y se lo puedo enumerar:
-Relaciones Públicas (o como se la llame). Hágalas usted, Cavagnero, eso aunque sea.
-Coordinador de Centros Vecinales... ¿No me diga que los intendentes verdaderamente eficientes lo tienen? Bueno, usted no es eficiente, haga esa tarea. Hable cara a cara con la gente que trabaja sin pedir remuneración alguna en las comisiones vecinales.
Ellos le sabrán decir que hay cráteres en el flamante pavimento, que las calles de los barrios se ven anegadas en los días de lluvia; ellos le señalarán la cuneta que hay que reparar y tantas cosas que aquejan a los vecinos.
Justifique su sueldo, Cavagnero.
Además, en ese lugar puso a una persona que tiene incompatibilidad porque ya tiene un sueldo provincial, igual que en Cultura, con una jubilada con sueldo provincial. Elimine lo que no se puede pagar. Ese lugar que lo desempeñe una empleada de planta permanente, que de hecho lo desempeñó muy bien cuando esa ‘militante ocasional’ suya lo abandonó sin dar cuenta a nadie de su accionar, que por otra parte fue nulo.
¡Qué lejos está de ser aquella persona que conocí antes de que se inflara su ego!
Para Villa Nueva se necesita gente humilde, que tenga el poder, cuya sola garantía es el buen nombre y el honor... lo demás es cáscara, señor Cavagnero .
‘Hay que levantarse temprano’, decía Perón, y yo le agregaría: ‘El futuro es del primero que pueda ver el sol’.
Pero me falta la última pregunta:
¿Por qué aceptó la segunda postulación? ¿No se conformó con el primer fracaso?”