Por los festivales “de antes”
Señor director:
La verdad que leyendo la entrevista de Martín Alfiz sobre el Festival de Peñas me dio mucha pena sus declaraciones al decir que la gente de Villa María no acompaña la propuesta musical del Festival, y el no hacerse cargo de la pobre programación ofrecida este año siendo que años anteriores (cuando la producción era llevada a cabo por Musicalísimo Producciones) el "Coloso" de cemento explotaba de gente.
No hace falta ser productor artístico ni mucho menos para darse cuenta de que en aquel entonces la grilla era más que atractiva.
Si bien es un espectáculo al que acude muchísima gente de la zona y hasta del interior, la misma gente de Villa María acompañaba a rabiar semejante evento y se escuchaba por las calles hablar del orgullo que sentía cada uno de los villamarienses por el Festival.
En cambio, estos dos últimos festivales no hicieron más que desprestigiar los diez años de esfuerzo realizados por la anterior productora, llevándolo a un nivel internacional comparado con el Festival de Viña del Mar en Chile.
Entonces, ¿no es hora de hacer un mea culpa por parte de la actual productora, en vez de echar culpas a que el escenario no estaba listo (siendo que la plata del alquiler salió de la Municipalidad), que la gente no acompaña, que Jorge Rojas no quiso hacer el bis y no sé cuántas cosas más?
Hagan una buena grilla musical, saquen las cosas buenas que hizo Musicalísimo Producciones y verán cómo la gente de Villa María, zona y el país, responden a una buena propuesta.
Vuelvan a hacer que el "Festival de Festivales" sea un orgullo para los villamarienses.
G.A.C
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Jerarquía del delito
El delito, según las leyes puede encuadrarse de varias formas de acuerdo al hecho cometido. De todos modos, siendo subjetivo, el delito sea cuál fuere ¿tiene jerarquía?
Qué diferencia existe entre aquel que compra a sabiendas un objeto robado y el que ejecuta el robo, aquel que forma una sociedad, pero no para producir o brindar un servicio, sino para efectuar actos ilícitos en beneficio propio.
Qué diferencia existe entre el que evade impuestos, aún cuando sus ganancias son muy altas, de aquellos que hacen malos negocios y en lugar de asumir la responsabilidad se los hacen pagar a quienes ellos mismos utilizaron para hacerlos, amparándose en leyes como la de un concurso para perjudicar a la mayoría. Qué diferencia habría con el que roba, aún con el que vende drogas, unos y otros directa o indirectamente producen muertes, pero sin embargo la mayoría de quienes cometen delitos por estafa o similares, no sólo no van a la cárcel sino que luego siguen siendo grandes personajes de alto estatus en la sociedad de la ciudad donde viven, y en muchos casos donde hacen sus fechorías.
Son los mismos a los que en cualquier mesa de café escuchamos pontificar sobre la inseguridad, se erigen en jueces y condenan a muerte a todo aquel que comete robos u otros delitos a mano armada, aunque tienen un especial encono con aquellas personas de piel un poco más oscura.
Esta sociedad tiene un alto grado de hipocresía, y más aún en aquellos cuya posición económica es más holgada, y no advierten que estas conductas son las que excluyen y marginan.
La jerarquía se puede utilizar para dar cierto orden en una empresa o institución militar, pero el delito no tiene jerarquía.-
D.P.
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Por los chicos institucionalizados
Señor director:
Le escribo porque me preocupan los chicos institucionalizados.
Con mi esposo somos unos de los 3.619 papás en espera del registro de adopción de la provincia de Córdoba y en todo 2011 dieron en guarda pre-adoptiva a sólo ¡26 niños!
Me preocupa sentir que la SENAF no está dando abasto, creo que la nueva Ley (9.944) es muy buena, pero que a ellos les quedó “grande”.
Le quitaron el poder a los jueces y se lo dieron a la SENAF…y siento que no pueden.
Y mientras tanto a los chicos se les pasa la vida en una institución, con una madre o un tío lejano que los pasan a ver de vez en cuando y así se hacen adultos.
Sus destinos también transcurren intentando una y otra vez (y así hasta la eternidad) la restitución a su familia de origen (cuando a veces es imposible) .
Me preocupa escuchar a un juez de Menores alarmado por la situación de los chicos.
Siento que “los locos bajitos”, no tienen ni voz ni voto y por su silencio son sólo un número de expediente para la SENAF.
No creo que sepan ni la cantidad total de niños que hay en familias sustitutas, hogares, etcétera.
Me encantaría que alguien tome cartas en el asunto y se ponga a investigar y a velar realmente por los derechos de los niños. Aclaro que estamos anotados no solamente para bebés, sino para hermanitos de hasta cinco años.
Paula Borrajo
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