Escribe:Diego Pellegrini (H)

Terminaron dividiendo honores en el clásico de Arroyo Cabral. Colón y Rivadavia no pudieron sacarse ventajas e igualaron 1 a 1 en un cotejo que tuvo más entrega y corazón que fútbol propiamente dicho.
Fue un tiempo para cada uno, por ende la igualdad estuvo bien. La primera etapa en favor del visitante, golpeando desde el inicio, y en el complemento la balanza se inclinó para el local, que mostró las herramientas indicadas como para justificar el resultado final.
Claro que el 1 a 0 de Rivadavia al minuto de juego fue un aliciente para el equipo dirigido por José Luis Danna que, a partir del mismo, encontraría la tranquilidad necesaria como para construir un primer tiempo interesante.
La apertura del marcador se dio gracias a un excelente contragolpe que encabezó Diego Torres. El volante ex Chacarita, con un gran pase entrelíneas, habilitó a Gustavo Cerutti para que el delantero defina ante la salida del portero David Paoletti.
Ese gol fue una inyección anímica clave para que Rivadavia comience a tomar las riendas del cotejo.
Colon, que sintió mucho el tanto del ex Alem, demoraría casi un tiempo en reorganizarse para revertir la situación. La pelota era comandada por los volantes del “Verde”, ni Morre ni Navarro hacían pie en el medio campo “Rojinegro”, todo quedaba supeditado a las apariciones de Chocobares por la derecha o Carranza por la izquierda. Y con Sandrone bien tomado, Diego Gabetta era quien trataba de desnivelar cerca del área defendida por Marcelo Berardo.
Un par de remates desde lejos, primero de José Navarro, luego de Matías Rojas y por último de Lucas Morre eran las primeras insinuaciones del local.
Mientras tanto, Rivadavia jugaba al ritmo de Torres y compañía y cada vez que el número siete aparecía el visitante hacia la diferencia. Y justamente a los 26’, los pupilos de Danna tuvieron otra gran posibilidad. Jugada calcada al 1 a 0, Torres nuevamente deja de cara al gol a Cerutti, pero esta vez el “Chucho” falla ante la humanidad de Paoletti.
Colon seguía perdido en el campo. Sin consistencia desde lo futbolístico, tampoco se mostraba firme defensivamente y entonces, daba la sensación de que si Rivadavia aceleraba quizás conseguía algo más.
No obstante, el equipo de Comba mostraría una leve mejoría sobre el final, con dos claritas.
A los 45’ Gabetta jugó una gran pared con Navarro para que Diego remate y Berardo se luzca. En la siguiente (46’) sería Carranza, con un disparo que salió pegado al palo izquierdo, quien pondría en peligro el cero del rival.
Pero la historia sería otra en el complemento. Un Colón renovado saltaría al campo de juego dispuesto a vender cara la derrota.
Esto posibilitaría la levantada local, teniendo en cuenta que el visitante sufriría una leve decaída en su rendimiento.
Más afianzado Morre en el medio, con Carranza encendido y ganando constantemente por su sector, el local empezó a jugar más tiempo en campo contrario, poniendo en “jaque” a Marcelo Berardo. Y fue en la primera del segundo tiempo, en donde el equipo de Comba llegaría a la igualdad. Carranza gambeteó al lateral Biasuzzi, por la izquierda, y envió un centro perfecto a la cabeza del infalible goleador Sandrone. El de Hernando no perdonó y el clásico se puso 1 a 1.
A pesar de que al instante Rivadavia lo tendría gracias a que Cerutti lo vio a Barengo, disparando éste último desviado, la sensación que dejaba el partido era que el “Rojinegro” era más y estaba mejor.
Un remate desde afuera de Matías Mansi (el mejor en la defensa local), otro encuentro entre Navarro y Gabetta, que el volante central envió por arriba, y un disparo del recién ingresado Luis Demichelis marcaban el andar del clásico.
En Rivadavia, Torres ya no tenía la incidencia del primer tiempo, Cerutti y Peretti por ende lo sentían, además Barengo no podía desequilibrar por su sector y Damiani era desbordado en la media cancha. Era un complemento contrastante el que tenía el conjunto de Danna.
Pero a los 35’ llegaría la jugada clave que le podría haber dado el triunfo al local. Fue una triple posibilidad para Colón, que abortó Berardo de manera espectacular. Remate de Demichelis y tapa el uno, en el rebote lo tiene Navarro, pero otra vez el ex Alumni aparece en todo su esplendor, por último nuevamente Demichelis dispara, pero el balón da en la defensa rival y se va al tiro de esquina. Pasaba el temblor en el área de visitante y no lo podían creer del lado local.
Sobre el final, una última aparición de Torres casi termina con un gol en contra de Luciano Luppo, lo que hubiese sido una victoria agónica del “Verde”.
Pero fue 1 a 1, dividieron honores y tanto Colón como Rivadavia se mantienen invictos en este torneo sin conocer el triunfo.
Y todo por culpa de un “clásico empate”.

El árbitro

Ricardo Olmedo tuvo un discreto arbitraje. Si bien estuvo correcto en las amarillas, obvió algunas infracciones claras que eran merecedoras de amonestación y algo más. Se equivocó en acciones puntuales que no incidieron en el trámite del cotejo. En otro punto, no dejó ingresar al fotógrafo de nuestro medio por “razones de seguridad” (¿?).

La figura

Waldemar Carranza se destacó por la banda izquierda, aportando todo su despliegue físico y futbolístico. El volante asistió a Sandrone en el empate de Colón y ganó constantemente por su sector. En la visita, bien Gustavo Cerutti (gol incluido) y Diego Torres (foto).