A las 19, cuando el reloj del campanario marcó el pulso de un día festivo en la localidad, los fieles se encolumnaron llevando en alto la imagen de San José. Santo Patrono de la localidad.
El día fue feriado, o a medias en realidad porque el municipio abrió sus puertas hasta el mediodía. Sin embargo, la hora de la veneración tuvo en la Procesión por las calles del pueblo y luego en la misa en el templo, sus momentos de congregación de la fe. Así se dio momento cúlmine a la Novena Patronal. En su recorrido por las seis cuadras de peregrinación los fieles hicieron escuchar los vivas por San José. “¡Qué viva San José”! y los aplausos sonaron más fuerte por las calles, frente a la céntrica Plaza San Clemente, justo frente al templo. Allí más feligreses se congregaron para celebrar la misa que los sacerdotes Darío y Francisco oficiaron, en ausencia que justificaron del obispo José Angel Rovai.
No más. Los sencillos actos religiosos fueron la gran celebración, vivida y dedicada por el pueblo al humilde protector de la comunidad.

LAS FOTOGRAFIAS

1)