El Día Mundial del Agua se origina en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río de Janeiro, Brasil.
Tras ese encuentro, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó, en 1992, la Resolución por la que el 22 de marzo de cada año fue declarado Día Mundial del Agua.
En 2012 se puso especial énfasis en el uso para la Agricultura, relacionando la necesidad de agua para enriquecer las tierras que producen alimentos para el mundo.
Cabe señalar que hay 7 mil millones de personas que alimentar en el planeta y se prevé que habrá otros 2 mil millones para el año 2050. Las estadísticas indican que todas las personas beben de 2 a 4 litros de agua a diario, sin embargo la mayor parte del agua está incorporada en los alimentos que consumimos: producir 1 kilo de carne vacuna, por ejemplo, consume 15 mil litros de agua y 1 kilo de trigo se “bebe” 1.500 litros.
Cuando mil millones de personas en el mundo ya viven en condiciones de hambre crónica y los recursos hídricos sufren presiones, no se puede hacer como si el problema estuviera en otra parte, indican las organizaciones que trabajan por el ambiente.
“Afrontar el crecimiento de la población y garantizar el acceso a alimentos nutritivos para todos exige una serie de medidas a las que todos podemos contribuir con lo siguiente:
• Consumir productos que hagan un uso menos intensivo de agua.
• Reducir el escandaloso desperdicio de alimentos; nunca se consume el 30% de los alimentos producidos en todo el mundo y el agua utilizada para producirlos se pierde definitivamente.
• Producir más alimentos, de mejor calidad y con menos agua.
• Llevar una alimentación saludable”, indicaron.

Estas recomendaciones circularán en todo el mundo, especialmente hoy por el Día Mundial del Agua, para que todos los habitantes tomen conciencia de que es un recurso que hay que cuidar como a la vida.