Cuatro de los cinco testigos que comparecieron ayer en la cuarta audiencia del juicio que se le sigue al mecánico cordobés Lucas Daniel Peralta Roure (32), abonaron su coartada defensiva al aportar datos que lo ubican en la capital provincial cuando se produjeron los asaltos por los que está acusado.
Un comerciante de la localidad de La Calera, el padre del imputado, un martillero público y un oficial de Justicia, estos últimos de la ciudad de Córdoba, declararon que al momento de los robos perpetrados en Villa María, Peralta Roure había mantenido contacto con los testigos.
En primer término compareció Jorge Fredes, un chacaritero que dijo que a principios de junio de 2011 le vendió al acusado una caja de velocidades de un Renault 12. El 10 de ese mes, fecha en que se produjo uno de los asaltos en esta ciudad, Peralta Roure concurrió nuevamente a su negocio de La Calera para reclamarle que la caja no funcionaba y que se la cambiara, pero como el comerciante desestimó su pedido, el mecánico cordobés se presentó en la sede policial de aquella población serrana para radicar una denuncia.
Después declaró Emilio Peralta Roure, padre del imputado, quien coincidió con lo que el miércoles habían testimoniado su esposa y la concubina de su hijo, en el sentido de que todos estuvieron juntos en Córdoba el 17 de noviembre de 2010, día en que se registró el primero de los robos a mano armada que se le atribuye al acusado.
Luego compareció el martillero Gabriel Godoy Lescano, quien sostuvo que aquel día lo estaba esperando a las 10 de la noche para combinar sobre un procedimiento que debían realizar al otro día. Sobre el particular, cabe señalar que Peralta Roure había dicho que, además de trabajar como mecánico de máquinas viales, ayudaba a Godoy cuando tenía que realizar alguna medida judicial.
En forma similar declaró el oficial de Justicia Daniel Garriga, quien convocado por la Defensa como testigo nuevo, sostuvo que conocía a los Peralta Roure, padre e hijo, ya que solía trabajar con ellos y con el martillero en algunos procedimientos legales.
Por último, y a pedido del fiscal de Cámara (también como nuevo testigo), compareció la comisario Patricia Sosa, quien declaró en relación a cómo se contratan los servicios adicionales.
El juicio entró en cuarto intermedio hasta el próximo martes a las 8.30, oportunidad en la que deberán declarar un efectivo policial y el playero de una estación de servicio, ambos de la capital provincial.