"Chicha" nació un 24 de marzo cien años atrás. Así la llamaron siempre a María del Socorro Pérez Borghi, hija de Francisco Pérez y Adela Borghi.
La dama cumple hoy nada menos que un siglo de vida y lo celebrará junto a sus amigas desde hace cuatro años, cuando llegó a la Residencia Geriátrica Azul, en calle José Ingenieros al 500, donde ayer recibió a EL DIARIO.
A la tarde habrá tortas y charlas entre los abuelos, quienes ayer siguieron con atención la entrevista de este matutino con "Chicha", quien se sentó al lado de su sobrina, Bibiana Pérez.
Socorro tuvo diez hermanos. La mayoría falleció a avanzada edad, pero ella ha superado el récord familiar. Y se la ve tranquila, lúcida, serena.
Su papá llegó a los 12 años desde Antequera, Málaga, para reunirse con unos familiares en Córdoba, pero la máquina del ferrocarril se descompuso y "por casualidad o por destino" -cuenta Bibiana- en los cinco días que demoró el arreglo Francisco se hizo de amigos. Constante Sobral, quien tenía una especie de almacén de ramos generales, le ofreció cama y comida a cambio de trabajo.
Entonces, en Villa María nacieron los hijos del matrimonio Pérez-Borghi. "La Sociedad Española de Socorros Mutuos encontró a Francisco ocupando diferentes cargos en 69 años que estuvo como socio, hasta obtener el privilegio de Honorario, el más antiguo de la institución", subrayó Bibiana.
"Chicha" vivió siempre con sus padres, en calle San Martín 253, hasta que se casó con Carlos Pogliotti. Era grande, tenía más de 60 años.
"Enviudé en 1993 y me había casado en el ‘73", dijo a EL DIARIO.
Recordó que cosía mucho y que fue dueña de una boutique, la que abrió en su propio domicilio.
Este matutino quiso saber qué siente al cumplir cien años. "No me parece que soy yo la que cumple. Creo que no puede ser", confesó.
"Los he vivido con alegrías, con tristezas. Las tristezas fueron muchas, porque uno ve morir a su familia, a sus amigos, a sus vecinos. Uno sufre las pérdidas", explicó.
No obstante, los momentos felices fueron más que los adversos. "Siempre he intentado ser feliz", remarcó.
"Tuve un marido bueno", recordó hablando de don Carlos Pogliotti. No tuvieron hijos; don Carlos ya tenía los suyos.
Cuando se le consultó por la mejor etapa de su vida, añoró a la juventud, las tardes de baile y kermeses junto a su gente. Su sobrina contó que fue Reina de la belleza en una ocasión, pero Socorro no quiso saber nada conque se diera a conocer ese dato. Se ruborizó.
Hace cuatro años se quebró "y ya no podía estar en mi casa sola con la muchacha, por lo que mi sobrina y ahijada me trajo acá". "Acá" es el geriátrico, en donde sentada en una mesa en la mañana del viernes compartió retazos de su vida con este matutino.
"Hasta hace cuatro años vivía informada, estaba todo el día con la televisión encendida. Desde que estoy acá empeoró mi visión, no veo bien y dejé de estar actualizada", señaló.
Por eso, no está al tanto completamente de lo que sucede. Sin embargo cree que las cosas han mejorado respecto a unos años atrás. "La juventud estaba perdida, pero creo que ahora está saliendo adelante", afirmó.
Cree en Dios y los domingos hay misa en esta residencia.
Ella se muestra serena y espera el agasajo de esta tarde a partir de las 17.30. No puede creer haber llegado al siglo de vida.
"¿Mi secreto? el no haber abusado de nada. No he salido de noche, me he cuidado", resaltó.
"He llevado una vida tranquila, con comida sana, cuidada", dijo convencida.
¡Feliz Cumpleaños, Chicha!