¿Cuáles son sus opiniones en cuanto a las políticas de derechos humanos del Gobierno de Néstor Kirchner y Cristina?

Silvina:
Estamos agradecidos porque con el Gobierno de Néstor Kirchner en 2009 los centros de detenidos, como La Perla, pasan a ser espacios de la memoria. En materia de derechos humanos, personalmente como familiar, estoy muy agradecida y que le den a estos espacios importancia para no olvidar. Por eso le doy gracias a la democracia.

Rosana:
Se han ido cambiando los gobiernos, pero con el ex presidente Kirchner se dieron los avances que en otros gobiernos no se habían dado, con este presidente comenzó bien la lucha por la justicia, los otros presidentes no hicieron mucho por esclarecer los casos.

Silvina:
Otra de las cosas que tengo que agradecer es a los ex detenidos, que tienen el valor de ser testigos, porque en mi caso hoy sé dónde estuvo Eduardo. En 2009 cuando fue Kirchner a recorrer La Perla fuimos nosotros también, me llevé una sorpresa muy grande porque en la comitiva del presidente habían pasado ex detenidos del lugar y uno de ellos puso “Requena” y ahí supe que había estado mi hermano.
El espacio del Reloj de Sol (en la costanera), para mí es muy importante porque lleva a la memoria y a la reflexión. Hay que valorarlo porque son pocos los espacios que hay y éste es uno de los primeros.
Yo viví muchas cosas, fueron muy denigrantes las requisas por buscarlo. Yo agradezco al padre de mis hijos que en estos 36 años estuvo a la par mía.

¿Cómo ha sido la lucha cuando comenzó nuevamente la democracia?

Silvina y Rosana:
En el caso de Villa María, al principio durante la dictadura empezamos a conectarnos los familiares de los desaparecidos y hacíamos reuniones clandestinas. Después vinieron los viajes y la búsqueda, para intercambiar información y sobre las acciones que podríamos hacer. Era muy riesgoso porque nosotros no sabíamos si había militares infiltrados.

¿Cómo veían la sociedad, terminando la dictadura, los movimientos sociales?

Silvina:
Hubo gente que nos acompañó siempre, pero actualmente hay personas que no les interesa. Lo único que me queda hoy, a 36 años del golpe, que ojalá estas nuevas generaciones logren el país que ellos querían (haciendo referencia a sus familiares desaparecidos).

Rosana:
Hay gente que ha quedado con el discurso que promovían los militares.
¿Cómo ven la juventud hoy, relacionada a estos hechos vividos en nuestra historia?

Silvina:
Nosotros ya venimos de vuelta, yo soy una de las más viejas que queda, muchos familiares ya se han ido. Los chicos de la Comisión de la Memoria de Córdoba siempre nos invitan y nos contactó con un grupo de universitarios de acá que trabajan con este tema. A mí me parece muy bueno que haya jóvenes que se interesen por este tema y trabajen y organicen actividades, deben quedar ellos después para seguir con la lucha.

Rosana:
En los ‘70 la juventud estaba muy embalada, sabían que venía un golpe, pero no se lo imaginaron tan trágico. Además los sindicatos y los estudiantes estaban unidos y eran organizaciones fuertes, que ahora están mucho más diluidas.

¿De qué manera han vivido los juicios?

Silvina y Rosana:
Es difícil estar ahí, porque a nuestros desaparecidos no le dieron la oportunidad, en cambio ellos hoy sí están sentados en el banquillo de los acusados. Hay momentos de mucha nostalgia, sacás conclusiones y te dan ganas de decirle muchas cosas. Pero lo más aberrante de ellos es que no se arrepienten a pesar de todas las condenas que tienen, y que siguen sin develar el lugar de los 30 mil cuerpos desaparecidos.
Por otro lado, cuando son liberados los presos políticos se empiezan a formar asociaciones que ayudan a dar datos y a proporcionar información para que hoy, gracias a ellos, estemos llegando al quinto juicio.
Asimismo muchos testigos y abogados que están en las causas son constantemente amenazados, por eso es muy valorable su tarea, ya que hacen que todo avance.

Rosana:
Si yo he logrado tener algunos datos en los últimos años es porque he encontrado a gente que ha sido compañero de mi hermano y que se animaron a hablar, pero es todo un proceso lento y duro porque no tenemos datos concretos de los lugares donde estuvo, en mi caso, por eso creo que los testigos son claves en el desarrollo de los casos para poder ir descubriendo lo que pasó 36 años atrás.