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Una lectora denuncia el dilema que vivenció en el cajero automático del Banco de Córdoba, ubicado en la Terminal |
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“¿Qué es robar un banco comparado con fundarlo?”
El lunes 19 de marzo extraje dinero del cajero automático de la sucursal que un conocido banco posee en la Terminal de esta ciudad.
Para mi sorpresa al contar el dinero brindado por la máquina me faltaban 200 pesos.
Sin embargo ni el ticket de la operación ni el resumen de los últimos movimientos daban cuenta de esta falta en su impresión, por lo que el cajero se quedó literalmente con el dinero faltante.
Ante mi indignación por el robo operado por la entidad crediticia, me dirigí a la ventanilla de Atención al Cliente para realizar el reclamo correspondiente. El señor que me atendió sacó fotocopias de los recibos y me dijo que cuando hiciera el balance la tesorera del banco se comunicaría telefónicamente conmigo para avisarme si obraba un sobrante en sus cuentas.
En rigor de verdad, la señora tesorera me llamó por teléfono con mucha amabilidad, pero no me solucionó el problema ya que sólo indicó que a ellos no les sobraba nada en el balance, argumentando además que probablemente lo que ocurrió fue que el dinero faltante "quedó pegado" en la máquina y se lo llevó el que estaba detrás mío en la cola del cajero.
No hace falta ser especialista en semiótica para darse cuenta de que lo que la señora quiso hacer fue patear discursivamente la pelota.
Es preciso por consiguiente poner las cosas en su lugar: yo no tenía a nadie apuntándome con una pistola en la nuca por detrás en el momento de extraer el dinero sino que, y lo subrayo, el ladrón que se quedó con mi dinero estaba delante de mí y fue el cajero automático del banco.
Por otra parte si tal como arguye la señora tesorera, en los cajeros del banco puede quedarse "pegado" el dinero de la gente, como usuaria no he visto en ningún cajero automático de la entidad crediticia, cartel alguno alertando a los clientes sobre dicho riesgo.
Por lo tanto, el banco debe hacerse cargo no sólo de reponer el faltante por haberse quedado con mi dinero sino también de darme explicaciones por no habérseme advertido de los riesgos que corremos los usuarios de sus cajeros. Si el banco me avisa que mi dinero puede quedársele "pegado" a sus cajeros, pues entonces yo puedo optar por no usarlos ¿sí?
Como trabajadora soy rehén del Estado en cuanto no puedo elegir dónde el Gobierno deposita mi sueldo, pero sí puedo elegir no callarme la boca y hacer valer mis derechos: el banco no puede dejarse pegado para sí ni doscientos pesos ni diez ni tan siquiera cinco centavos de mi sueldo, simplemente porque es mío, no les pertenece y si toman lo que no les pertenece están robando aunque lo disfracen de todas las maneras posibles.
Cabe por último instalar una serie de preguntas. Por empezar... ¿cuánto dinero de la gente se dejan los cajeros pegados por día? ¿A ese pegar un dinero ajeno, no lo registra la Tesorería nunca? ¿Y cómo constato yo que es cierto lo que dice la tesorera en cuanto al cierre del balance, si yo al balance no lo vi, nadie me lo mostró, no tengo acceso a él? ¿Será que les sobra, les cierra porque no figura y se lo reparten?... o será como advertía en su sagaz retórica Bertolt Brecht: "¿Qué es robar un banco comparado con fundarlo?"
Lic. María Cecilia Reyna
DNI: 23181420
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