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Mientras la tragedia de Once y el caso Ciccone se mantienen latentes en la agenda periodística, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sigue tomando la iniciativa política con temas que dispararán un intenso debate en el ámbito legislativo y judicial.
Dos son las cuestiones de peso que la mandataria tiene en carpeta para los próximos días: la reforma del Código Civil y la derogación de las jubilaciones de privilegio.
Cristina lo dijo en el extenso discurso que pronunció en el Congreso de la Nación el pasado 1 de marzo.
Hay jubilados que “cobran 95 mil pesos y son muy conocidos”, señaló apuntando a una “injusticia” que, sin lugar a dudas, intentará subsanar en los próximos días.

En las últimas horas se conoció que el titular de la ANSES, Diego Bossio, concurrirá al Congreso para explicar esta iniciativa que afectará particularmente a los jueces que aún no se jubilaron (el proyecto no sería retroactivo).
Hasta el momento, fueron derogadas las jubilaciones de privilegio para militares y legisladores, pero se mantienen en el sector judicial y en el de servicio diplomático.

En los últimos días se habló de ex magistrados que perciben haberes de 65 mil pesos, profundizando el abismo existente entre estos montos y los haberes mínimos que apenas superan los mil seiscientos pesos.

El asunto, que sin duda tendrá un fuerte respaldo social, sería puesto sobre los despachos legislativos después del feriado de Semana Santa.
De esta manera, la presidenta da una fuerte señal en el camino trazado para mejorar la distribución de la riqueza.
Los jubilados que deben sobrevivir con la mínima esperan que este tipo de medidas redunden en su beneficio y puedan tener la calidad de vida que se merecen después de tantos años de trabajo y aportes a un sistema que, frente a estas abultadas diferencias (que el Gobierno busca achicar), no hace honor a la palabra solidario.

Cambios
sustanciales

La reforma del Código Civil, redactado por Dalmacio Vélez Sarsfield y aprobado a libro cerrado en setiembre de 1869, es otro proyecto de avanzada en la agenda del Gobierno nacional.
El divorcio “exprés”, los contratos prenupciales y un sistema más simple para la adopción de niños son algunos de los puntos que generan expectativas en gran parte de la sociedad.

La propuesta tiene cambios sustanciales como la posibilidad de acceder al divorcio con la voluntad de uno solo de los cónyuges.
Sectores de la Iglesia se mostraron preocupados por este aspecto y también por la posibilidad de una pareja de casarse, resguardando los bienes adquiridos previamente a través de la firma de un contrato que es usual en otros países, entre ellos Estados Unidos.

Más allá de las resistencias que pueda generar en el ámbito religioso, el proyecto está en consonancia con los tiempos que corren y su letra fue redactada por una comisión especial, integrada por los jueces de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y por la profesora Aída Kemelmajer de Carlucci.

Los diputados y senadores tendrán un intenso trabajo con las iniciativas que Cristina instalará en los próximos días, junto con el reclamo por las Islas Malvinas.
La presidenta continúa firme en el camino de “capear los temporales” con acciones concretas y de alto impacto en la mayoría de la sociedad.