“A las 0.30 estamos saliendo hacia Buenos Aires. Nuestras expectativas y nuestras esperanzas son las mejores.” Marcelo Chanquía dialogó ayer con EL DIARIO a horas de viajar a la Capital Federal. Era el final de una larga y extenuante campaña que los puso frente a la enorme solidaridad de la gente. La población de Villa María y de otras localidades le estrechó la gran mano que necesitaba su hijo Joaquín.
Y era, a la vez, el inicio de otra cruzada: la del tratamiento, una cruzada cargada de esperanza.
El caso de Joaquín saltó a la luz pública en noviembre del año pasado. Una parálisis cerebral cuando nació lo afectó y el niño no puede movilizarse por sí solo. Su mamá Marisa Carrillo conoció a través de la prensa de espectáculos que el mediático empresario Ricardo Fort había tratado a su hija en China ante el mismo cuadro que padece Joaquín. Y comenzó la batalla.
Peñas en el Club Ameghino, con conjuntos musicales que atrajeron a la multitud, choripanes y locros, siempre colmadas de vecinos; colecta en el espectáculo de fuegos artificiales del 30 de diciembre en la costanera, partidos a beneficio con famosos en Villa Carlos Paz, urnas móviles y fijas en distintos puntos de la ciudad, cuenta bancaria abierta para dejar donaciones, entre otras acciones, llevaron a reunir los 50 mil dólares que necesitaba la familia para sortear el costo del tratamiento y los gastos de estadía en China, en donde se realizará el implante de células madre que necesita el pequeño.
Marcelo Chanquía -empleado del Servicio Penitenciario- padre del niño, explicó anoche a este matutino que hoy permanecerán en la Capital Federal, para tomar un vuelo mañana a las 23.
“Tendremos 28 horas de viaje”, precisó, para contar que arribarán a China el jueves 29. “Luego tendremos un día de descanso y más tarde comenzará el tratamiento.”
“El 2 de mayo estaremos volviendo a la Argentina y esperemos que no tengamos que retornar a China. Eso dependerá de la evolución del gordo y de lo que digan los médicos”, expresó.
“Nuestra esperanza y expectativa es total”, resaltó el papá del chico. Marisa, en tanto, mantuvo un breve diálogo con este diario, ya que en el instante en que fue abordada se encontraba sola con Joaquín y el nene estaba nervioso.
Anteanoche, por su lado, se realizó una cena en un salón de calle Antonio Sobral de Villa María.
Participaron familiares, amigos y vecinos. Allí estuvo EL DIARIO.
La solidaridad del pueblo le dio a Joaquín la mano que necesitaba. Ahora todos estaremos esperando buenas noticias.