Es técnico electrónico y creó AMG Seguridad en 2004. Desde ese día no ha dejado de crecer en el rubro. Brinda un servicio de seguridad electrónica “eficiente, garantizado e innovador”, describió a EL DIARIO. Indicó que mantiene un sistema de venta de alarmas y circuitos cerrados de TV que ofrece a numerosos clientes. El mismo cuenta ya con la inscripción en el Registro Nacional de Marcas y Patentes.
Se encarga de la instalación, mantenimiento y monitoreo de los equipos.
Aporta tranquilidad y seguridad a un importante sector de Villa María y se suma un nutrido grupo de empresas locales y de la región de gran envergadura. Comercializa los equipos de seguridad de marcas líderes como DSC, CADDX y en CCTV Samsung, Panasonic y Sony.
Su historia tiene marca de fuego: en 2003 sufrió un accidente, lo que hizo que estuviera seis meses inconsciente y al borde de la muerte. Hoy vive como lo describe, con un grado de incapacidad porque perdió ocho dedos de las manos y parte de su masa encefálica. Pero eso no lo afectó para seguir su vida “normalmente”.
Por eso aparece como un ejemplo de superación y de que cuando uno se propone algo lo logra, con sacrificio y mucho trabajo, como Iván.
“No me hablen de crisis ni de problemas, para mí no existen, nadie hace nada cuando está muerto. Cuando te dicen que no se puede hay que insistir y se va a poder lograr”, afirmó.
En cuanto a cómo comenzó su negocio, sostuvo que lo motiva “el hambre; es decir el hambre de superarme y de hacer siempre más. Siempre busco más. Trabajaba como empleado en una importante empresa y un día decidí irme para promover mi negocio. En ese trabajo conocí a varios empresarios que hoy son clientes”.
“En el año 2000 comencé con la colocación de alarmas por cuenta mía y me fui interiorizando, aprendiendo todo lo que podía. En 2003 tuve el accidente y cuando me recuperé empecé a trabajar con todo. Al retomar la actividad me ayudó mi mamá repartiendo folletos en la calle hasta que llegué a colocar un equipo de monitoreo en la casa de una familia reconocida que había sufrido un asalto importante. Esa fue como una bisagra en el negocio”, narró Falvo.
Otro de los trabajos que considera “importantes”, ya que “abrió más de una puerta, fue el de la Iglesia Catedral. Allí colocamos un sistema cerrado de seguridad y monitoreo”.
Describió sobre el servicio que presta, que se trata de un “monitoreo en forma ininterrumpida por una empresa homologada con la Policía de la Provincia de Córdoba, las 24 horas del día, durante todo el año. Pero hay algo más, y es que nuestro monitoreo acepta zonas exteriores, patios, jardines, terrazas, con el apoyo de la tecnología, pero también de personal especializado”.
“Tengo dos instaladores, una oficina y yo soy la persona que está en la venta y solución de los problemas de los clientes”, abonó.
Además de los trabajos que destacó, Falvo dijo que también su página web fue importante “porque de allí surgieron clientes del Departamento y también de Córdoba, San Francisco y Río Cuarto. Gracias a la página tengo una clientela más amplia”. “Antes de lanzar la web tuve que buscarle un nombre a mi empresa y en ese punto me asesoró Claudio Rocha, así surgió AMG”, expresó agradecido.
Finalmente, manifestó que “hace cinco años que estoy en el mercado y de a poco fue incrementándose el trabajo. La mayoría de la gente que me llama para consultar o colocar un sistema de alarmas ha sido víctima de robo. Los restantes son personas con alto poder adquisitivo o precavidos”.