La Cámara del Crimen de Villa María condenó ayer a Lucas Daniel Peralta Roure a la pena de ocho años de prisión, en el marco de un turbulento final de un juicio oral y público que se desarrolló en el quinto piso de los Tribunales. Hubo incidentes porque los familiares del ahora condenado se manifestaron en total desacuerdo con la pena.
Un día antes, en el contexto de los alegatos, el fiscal Francisco Márquez había solicitado una condena de nueve años. No obstante, la Defensa del imputado se sorprendió ayer con la decisión final del juez René Gandarillas.
Peralta Roure es un mecánico de máquinas viales oriundo de Córdoba capital, el que llegó a debate acusado de haber intervenido en dos asaltos ocurridos en esta ciudad en noviembre de 2010 y junio de 2011, ambos a mano armada.
La Justicia lo consideró coautor responsable de los delitos de “robo calificado”.

Ultima palabra y decisión final

Ayer a la mañana, el imputado hizo uso de la última palabra, declarando ante el juez su inocencia, desligándose de los hechos que se dilucidaron a lo largo del debate. Entonces, se registró un cuarto intermedio y cerca de las 10 de la mañana se conoció el fallo dictado por el juez René Gandarillas.
La lectura de la sentencia derivó en gritos de familiares del condenado, que se indignaron ante la determinación judicial. El malestar continuó en los pasillos del quinto piso del Palacio de Justicia, en donde se encuentra la sala de la Cámara del Crimen; e intervino la Policía, que había reforzado la seguridad atento a que el día anterior los ánimos habían estado caldeados. No obstante, los incidentes no pasaron a mayores.
La madre de Peralta Roure despotricó verbalmente contra el fiscal Márquez y el juez y dijo que el fallo “es una injusticia”. Se quejó de que catalogaran a los Roure “como una banda”.
Antonio Alarcos, el abogado de Peralta Roure, había solicitado el jueves la absolución de su defendido por el “beneficio de la duda”.
En la víspera, adelantó a EL DIARIO que esperará los fundamentos de la sentencia y que luego “llegaremos hasta las últimas instancias”, en desacuerdo con la decisión del juez, la que consideró una “locura jurídica”.
El hombre de 32 años que se encuentra detenido desde el 15 de julio del año pasado (el día en que cumple años) había sido reconocido por las víctimas de los asaltos, pero en el juicio surgieron testimonios que lo ubicaron en Córdoba durante los días en que se produjeron los dos asaltos.

Los hechos

El 17 de noviembre de 2010, pasadas las 23, tres delincuentes sorprendieron en la costanera villamariense, a pocos metros del Anfiteatro Municipal, a Claudio Rubén Magnano y le sustrajeron 1.700 pesos en efectivo, un reloj, una cadena y el anillo de casamiento. También le sustrajeron su Peugeot 307 rojo, pero lo abandonaron poco después. Actuaron a cara descubierta y con armas cuya operatividad no pudo ser demostrada.
Por su lado, el 10 de junio de 2011, dos personas irrumpieron armados en la casa de barrio Mariano Moreno de Darío Federico Lardit, cuando este se aprestaba a guardar su camioneta Volkswagen Amarok. Lo golpearon en la cabeza y le robaron la billetera con documentos y dos mil pesos en efectivo. También, diversos elementos que se hallaban en un maletín. Se fueron en ese vehículo, que abandonaron luego en Villa Nueva.
Durante el juicio, la Defensa del condenado remarcó que una hora antes de ese último hecho, Peralta Roure estuvo realizando una exposición policial en La Carlota, según una prueba documental que está en el expediente, por lo que dijo que era imposible que haya participado de este delito. Y señaló que el primero de los sucesos no fue correctamente consignado en la denuncia policial planteando un error policial. Ahora habrá que aguardar la lectura de los fundamentos.

Fotografías: 1) Llanto y quejas en los familiares de Peralta Roure, segundos después de la lectura del fallo
2) El ahora condenado hombre, al lado de su abogado defensor, Antonio Alarcos