El colectivo Las Juanas con dirigentes de la Multisectorial de la Mujer participaron ayer de un acto realizado en plaza Centenario con motivo de cumplirse los seis meses del femicidio de Claudia Rodríguez.
Los vecinos y referentes de organizaciones que se convocaron en el lugar desde las 17 y hasta pasadas las 20, pudieron participar de la elaboración de una bandera diseñada por la artista Coki Podestá, de Prensarte, a través del cual instan a la concientización contra la violencia.
Además, el grupo folclórico La Tusca interpretó su música en la tradicional esquina céntrica, acompañando el reclamo, como así también lo hizó la artista Paula Cañas, con una improvisación teatral.
“Tenemos la sensación de que la comunidad, a medida que pasa el tiempo, se olvida del caso tan tremendo como fue el crimen de Claudia”, dijo Cecilia Villafañe, de Las Juanas.
Por eso hicieron la concentración “juntándonos un sábado y no el jueves 29, fecha del aniversario del terrible crimen, para que pudiera venir más gente, y así multiplicar el mensaje contra la no violencia”.
“Creemos que no debemos dejar a las mujeres solas ante situaciones como las que vivió Claudia. Por eso estamos convencidas de que entre todos, tenemos que construir una sociedad en donde se respeten los derechos, para que entre todos los hagamos respetar. Eso estamos haciendo con estos actos, construyendo un cambio cultural”, puntualizó.
Desde la Multisectorial, Leticia Forconi dijo que aspira a que el juicio por el femicidio de Claudia “sea ejemplar”, como será a nivel nacional la causa que se sigue por la muerte de Wanda Taddei, la mujer que falleció tras ser quemada, supuestamente por su pareja el baterista de Callejeros, Eduardo Vázquez.
“Hemos seguido muchos casos donde lamentablemente, los jueces dan la mínima pena prevista en el Código Penal, porque entienden que la situación de que el asesino sea pareja o ex pareja de la víctima es un atenuante y no un agravante. Esperamos que a (Cristian) Moschitari le den la pena máxima”, afirmó.
Pero, fundamentalmente, “luchamos para que se incorpore la figura del femicidio, para establecer la responsabilidad real de quien asesina a su mujer. Porque así como está el Código, vemos que no se puede considerar un calificativo el hecho de que sean pareja si no están casados, como es el caso de Claudia. La figura del femicidio, corregirá eso”, confió, finalmente, Forconi.

El papá de Claudia tiene la tutela de los chicos

“El tiempo no cura los dolores. A medida que pasan los meses, más la extraño. No puedo creer todavía lo que pasó”, afirmó Emilio Rodríguez, papá de Claudia.
El martes próximo, su hija cumpliría 37 años “y la pienso todo el tiempo, porque éramos muy amigos”, dijo.
Presente en cada uno de los actos que se hicieron pidiendo Justicia, Emilio estaba ayer en la plaza Centenario, expresando su reclamo de Justicia, para que el asesino de su hija tenga la condena que se merece.
Actualmente, es querellante particular en el juicio y está representado por el penalista villamariense José Luis Bertoldi.
“La Justicia le dio la tenencia a la tía de los chicos, lo que nos parece bien, y a mí la tutela, por lo que me constituí como querellante”, informó.
En ese carácter, podrá seguir la causa desde adentro y seguir luchando para que no quede impune el crimen.
Pero cada día, se suman los dolores. No encuentra explicación para que algunos familiares del papá de los chicos (imputado por el femicidio), cada vez que lo ven, hablen mal de la memoria de Claudia.
“La nena de 12 años sabe lo que pasó y el más chiquito, conoce algo, pero por supuesto sin detalles. ¿Cómo les explicás?”, se preguntó, sin encontrar respuesta.
Tratan cada día con la responsable de la tenencia, de que los niños estén lo mejor posible, aunque, como todos saben, deberán sobrevivir con la herida que abrió el femicidio más atroz que ocurrió en la ciudad.

Palabra elegida

En la red social Facebook Fernando Baruj escribió, en ocasión del aniversario del femicidio de Claudia Rodríguez, el siguiente texto:
“Hay en la ciudad una calle herida que nunca sanará del todo; hay en ella unos mosaicos rotos por los que se filtra la pena; hay allí un aire que respira lento por la tristeza. Pero es curioso, quiero volver a pasar por ella; la calle que ba...utizó la sangre de una chica muerta. Pobre calle y pobre chica, porque volverán a encontrarse para siempre en la misma vereda; en el mismo epitafio aciago que les talló mal el destino. La cruzo todos los días por la esquina; confieso mi miedo cuando miro las sombras que siguen luchando con desesperación en las paredes. Sería bueno, digo, que a ese lugar no lo lleve el olvido. Sería bueno que allí, Claudia venza a su asesino”.