El viernes a las 21 se efectuará la segunda edición del festival musical "Cristo Canta" en el auditorio del Rectorado de la UNVM (Entre Ríos 1431).
El evento, organizado por la Pastoral Juvenil Diocesana y los grupos juveniles de las distintas iglesias locales, contará con la actuación de la flamante solista cristiana Karol (Carolina Galleguillo), la banda El Grito de Abel (de dilatada trayectoria en la ciudad) y el grupo cordobés de música latinoamericana Metanoia.
En esta ocasión, la propuesta apuntará a un encuentro más íntimo entre el público y los músicos, a diferencia del año pasado cuando el espectáculo se desarrolló de modo masivo en la costanera. "Será un evento más chico pero no menos lleno de Dios", sintetizó el padre Gustavo Porn, coordinador juvenil de La Santísima Trinidad, ante los medios presentes en la conferencia realizada ayer por la mañana.
Del encuentro también participará un programa especial de la Acción Católica de Córdoba denominado "Probá no probar, el alcohol y la droga mata" y la Asociación Nazareth de nuestra ciudad, que se dedica a la recuperación de adictos.

La cultura de la vida y lo colectivo

Por su parte, el padre Gustavo Gatto, asesor de la Pastoral Juvenil, plasmó el sentido del espectáculo como parte de un proyecto de acercamiento hacia los jóvenes. "Queremos brindar -señaló- una propuesta positiva hacia ellos y también a sus familias, no sólo destacando lo malo de la sociedad, lo que te mata, sino anunciando una cultura de la vida, del amor, de la amistad verdadera, de ayudar al prójimo más allá de sus condiciones. Y lo hacemos dentro de una sociedad individualista que es propensa el uso de las drogas y el placer desmedido".
Elevando su discurso hacia la actualidad general del cristianismo, Gatto reflexionó: "La Iglesia como toda institución tiene nostalgia del pasado, de que antes era mejor. Pero nosotros estamos para demostrar que, ante una realidad desafiante y contradictoria, el Espíritu Santo persiste y hay muchos jóvenes que tienen valores y que se acercan a trabajar en pos de algo genuino".
Asimismo, subrayó: "La Iglesia, todos lo sabemos, tiene que aggiornarse a estos tiempos. Ya no es más una Iglesia de masas sino de rebaño como en sus orígenes. Es más bien una opción en una sociedad plural. Pero lo que no puede hacer es dejar de predicar el Evangelio y abogar por la vida y por un cultura de lo colectivo".

Jóvenes con “crisis familiares”

Consultados sobre el número de jóvenes involucrados en las actividades diocesanas, los párrocos ejemplificaron con el margen de participación en la tradicional Peregrinación Juvenil hacia Saladillo, utilizada como "termómetro" del estado actual. Aunque aclararon que su misión no está en las cantidades, precisaron que en la última experiencia asistieron 200 jóvenes de nuestra ciudad en un total de 750 de la Diócesis.
Acerca del ingreso de adolescentes y jóvenes a los grupos pastorales, los responsables señalaron que "un porcentaje considerable llega con problemas o crisis familiares y algunos otros con adicciones, aunque una cosa está ligada con la otra".