El viernes 13, de 21 a 23 horas, comenzará a dictarse el Taller de Tango dentro del Programa de Extensión Universitaria para Adultos Mayores (PEUAM) a cargo de José Maldonado.
En la sede ubicada en Santiago del Estero 1365 se congregarán los interesados en formar parte de dicha actividad artística y recreativa.
Uno de los alumnos del taller, Teobaldo Morales, ha graficado sus impresiones mediante el siguiente escrito.
“El PEUAM ofrece un espacio de libertad y encuentro para mucha gente que aun pasados los 50 sigue creyendo que la vida es un largo e incansable aprendizaje y que siempre es tiempo de volver a empezar.
¡Quién no sabe que cuando uno se siente triste o tiene una pena, bailar unos tangos ayuda a sacarlas afuera, que como un beso de amor “calma la tristeza, borra la amargura”!
El tango tiene mucho que ver con la entrega del yo, porque siempre el tango, para ser bien bailado, necesita que ambos bailarines, tanto el hombre como la mujer, se entreguen el uno al otro. Bailar es salir fuera del yo y esto es lo que de inmediato produce el alivio del peso de las emociones negativas que se acumulan en el corazón.
Bailar tango sensibiliza, afloja las tensiones, descarga emociones, hace que nos sintamos menos solos, procura una vía de escape de las tantas ataduras de la vida cotidiana desarrollando la capacidad de comunicación y la confianza en los demás.
Mirado así, aprender a bailar tango es también una ocasión de disfrutar, reconocer y entender al otro a través de un código o un lenguaje que deben estar dispuestos a aceptar desde el primer momento.
El maestro de tango a lo largo de sus clases enseña los pasos, las figuras o combinaciones de pasos (la forma de caminar, el cruce, el ocho, los adornos) a cada bailarín; pero lo fundamental es la actitud de entrega, aunque deben saber que entregarse al otro no es depender del otro, de lo que haga el otro, sino hacerse cargo de uno mismo, de su cuerpo, de su equilibrio. Porque “el tango es una unidad que se crea de a dos, no es uno más uno dos, sino dos mitades que hacen uno”.
No debe extrañar que en la primera clase el profesor diga a sus alumnos: “Lo primero que vamos a aprender del tango es el abrazo tanguero”. “El abrazo tiene que estar firme pero sin empujar”. “Tengan en cuenta que en este baile el equilibrio no está en cada uno, sino en el centro de los dos y si no se entiende pueden desestabilizarse, tienen que aprender a comunicarse para poder disfrutarlo juntos”.
El tango no se baila solo o sola, ambos roles son opuestos y complementarios. El tango es danza de auténtico encuentro. Es el momento en que una mujer se deja llevar por el ritmo del dos por cuatro porque quiere y el hombre la está llevando por donde quiere ser llevada.
Bailar, como todos saben, no es simplemente mover los pies, es entregarse a la música y sentirla en el corazón. Pero bailar tango en el PEUAM es, además, una manera de gambetearle a la soledad, a la marginalidad, a la muerte.
Datos. La inscripción para cualquier taller cuesta $50 y la cuota es de $70. Más información al 4539116.