Aquejado por la severa crisis económica, el intendente Guillermo Cavagnero incurrió ayer en un gesto al que no acostumbró en absoluto durante su mandato: abrir las puertas de su gestión a la oposición. Lo hace en el peor momento de su administración, agotado por tener que golpear puertas de la Nación o de la provincia para poder abonar, todos los meses, los sueldos de la abultada planta de trabajadores que tiene la comuna.
No obstante su preocupación, todas las fuentes consultadas ayer por EL DIARIO coincidieron en señalar que se mostró distendido y habiendo naturalizado la situación. Desde las 10.30 y hasta las 13.30, encabezó una reunión en su despacho que contó con los miembros de su Gabinete, concejales del oficialista Unión por Córdoba, los tribunos del mismo partido, ediles del radicalismo, tribuno radical y concejala juecista. Fue un encuentro cumbre a puertas cerradas, cuyos temas fueron guardados con celo por el oficialismo.
Cavagnero cursó las invitaciones a las minorías en la tarde del martes. Algunas versiones indicaron que lo impulsó a llamar a la oposición los ingratos resultados que le han dado hasta el momento sus gestiones con el Gobierno de la provincia para poder jubilar a empleados. Sin embargo, esto no fue confirmado en el encuentro.
El mandatario buscó instalar, durante las tres horas, la idea de apertura: hacer notar que las minorías pueden consultar números, acercarse a su despacho y que tienen las puertas abiertas de su Gobierno. Al pasar, tiró que el lunes enviaría al Concejo Deliberante una norma de emergencia. Esto motivó varias preguntas de los referentes de los partidos radical y Frente Cívico.
Los ediles opositores le dijeron que no quieren que se persiga el tratamiento de esa iniciativa sobre tablas, sino que se lo envíe al proyecto para su estudio pormenorizado con tiempo.
El titular del Ejecutivo buscará así la inembargabilidad de fondos públicos, en momentos en que debe pagarle una millonaria cifra a tres ex trabajadoras que entablaron un juicio a la administración municipal durante la gestión de Marcelo Frossasco. También, ajustar en un todo el gasto público, anulando horas extras y recortando tareas.
Cavagnero explicó que el déficit mensual orilla los 600 mil pesos y consideró que con una planta de 150 empleados el municipio funcionaría bien. Apuntó que en esa hipótesis el dinero de la coparticipación se utilizaría para abonar los sueldos y que con la recaudación se cubrirían los gastos operativos.
Todas las fuentes consultadas concordaron en señalar que fue una reunión amena y en buenos términos, pero que finalizó con la oposición preocupada.
“No hay un plan de Gobierno. Parece que la única salida que barajan es la de jubilar a trabajadores, no hay otra”, le dijo el edil de la Unión Cívica Radical, Javier Pérez, a su par del juecismo, Magalí Castro, cuando dejaban la sede municipal tras tres horas de diálogo.

El impacto en los partidos

Cavagnero había convocado tras asumir su primer mandato, en diciembre de 2007, a referentes del radicalismo de entonces: los dos concejales, Pérez y Sandra Bailone, y al titular del comité. Nunca más tuvo gestos de apertura hacia las minorías, algo que le recriminaron durante los cuatro años de su primer paso por el Sillón de Freytes.
Tras una campaña con anuncios rimbombantes (como construir un megacentro deportivo y de espectáculos en el Parque Yrigoyen) y con varios meses sin paro de trabajadores (por sueldos pagados a tiempo), en julio pasado se alzó con un triunfo indiscutible en las elecciones municipales, lo que le autorizó la reelección. Sin embargo, sus primeros cuatro meses de su segunda etapa fueron por demás sombríos. Mientras, las minorías lo exhortaron a un llamado a trabajar en conjunto.
“Esto es algo único, porque en el anterior mandato fue un municipio a puertas cerradas. Considero que han construido una planta de personal muy grande, por favores políticos, y ahora se busca recortar, pero el trabajador no puede ser la variable de ajuste ni el culpable de este cuadro”, fue lo único que le dijo a este diario la concejala Castro.
La legisladora esperará consensuar un pronunciamiento en conjunto de su partido sobre la situación. Trascendió desde el juecismo que serán inflexibles en un punto: no permitirán que el Ejecutivo se coloque en papel de víctima de este cuadro.
“No cabe la posibilidad de lástima. A este panorama lo construyeron políticamente, ellos o anteriores gestiones, también de su mismo signo político”, indicó un alto dirigente del Frente Cívico, en alusión también al ex intendente Marcelo Frossasco, en cuyo equipo de Gobierno estuvo Cavagnero.
Por su parte, el concejal Javier Pérez buscó minimizar el impacto del encuentro, atendiendo a que “debe ser lo correcto, nosotros también somos funcionarios y elegidos por el pueblo, y se nos debería atender más seguido”.
El radical se lamentó “por lo mal que estamos” y recordó que el actual gobernador de la provincia, José Manuel de la Sota, “había prometido en su campaña que iba a jubilar” a empleados y “hoy su respuesta es preocupante”.
“No escuché ningún plan a corto y mediano plazo. El intendente está convencido de que de este cuadro se sale con jubilaciones”, declaró a este matutino.
En tanto, el presidente del Tribunal de Cuentas, el radical Ignacio Tagni, valoró el encuentro al ser abordado por EL DIARIO cuando se retiró del despacho del Ejecutivo.
“En buena hora se hace esta convocatoria, es fructífero y al progreso de la sociedad lo tenemos que buscar entre todos. Nosotros ya hemos dicho que estamos dispuestos a trabajar para eso”, indicó.

Antecedentes

En 1999, por una gran deuda que se tenía con los proveedores, el Gobierno debió buscar una declaración similar al estado de emergencia. Eran tiempos en que asumía el peronista Marcelo Frossasco tras un gobierno radical, el de Braulio Zanotti, quien a su vez al iniciar su mandato la había declarado.
En 2007, en el marco del traspaso de poder entre Frossasco y Cavagnero, se sancionó otra ordenanza que también reflejaba la emergencia económica, contemplando la verificación de deudas y la prohibición de interrumpir servicios públicos, entre otros detalles.
Esta última “tenía validez por dos años”, según confirmó ayer a este medio la secretaria de Finanzas, Sandra Bossa.
Ahora el oficialismo buscará que los tres concejales de la oposición (Pérez, Castro y Nora Bizzutti) acompañen este pedido.

LAS FOTOS:

1- Guillermo Cavagnero está cansado de no poder reunir los fondos para pagar, mes a mes, los sueldos de los trabajadores a tiempo para evitar paros

2- Integrantes del Ejecutivo, del Legislativo y del Tribunal de Cuentas dialogaron ayer por espacio de tres horas. Fue una reunión en buenos términos, con temas delicados