Esta noche el obispo diocesano José Angel Rovai presidirá la misa por la que, formalmente, la capilla San Ignacio se convertirá en parroquia.
De esta manera, Villa Nueva contará con dos parroquias, la de Nuestra Señora del Rosario y la que dirigió hasta su muerte el recordado sacerdote Hugo Salvato.
“El crecimiento de la ciudad ha provocado esto”, señaló el padre Sergio Peralta, en diálogo con la prensa ayer a la mañana. El cura párroco dejará el templo del Rosario para estar al frente de San Ignacio, hecho que le provoca “sentimientos encontrados”, según confesó en la víspera. “Por un lado siento alivio ya que habrá más dedicación (para cada iglesia), pero por otro lado cuesta dejar este lugar”, señaló.
Peralta será remplazado por Sergio Rubiolo, quien viene de Roma y está en retiro. Es un sacerdote villamariense de 42 años, que estuvo al frente de la Sagrada Familia de Villa María, en barrio Mariano Moreno y también ejerció su ministerio en Etruria. Asumirá la Parroquia Nuestra Señora del Rosario el 28 de noviembre a las 20, en una misa que presidirá Rovai.

En tierra de Hugo

En la Quinta San Ignacio hoy no hay chicos residiendo. Cerca de 120 personas asisten a catequesis y además están los boys scouts. Se estima que aumentarán las colaboraciones ante la presencia fija de un sacerdote, ya que si bien Peralta atendía la capilla no estaba a cargo.
La nueva parroquia tendrá como límite de jurisdicción la calle Belgrano. Bajo la órbita de San Ignacio estarán las capillas San Antonio y María Goretti. En tanto, dependerán de la Parroquia del Rosario, las capillas Sagrado Corazón de Jesús, de la Floresta, San Cayetano, de Los Olmos, el Centro Pastoral Madre Teresa de Calcuta, de La Florida, la del cementerio parque y las capillas de Sanabria y La Herradura.