En un estado de confusión y con el corazón herido, muchos jugadores quedaron tendidos en la cancha, con las manos en el rostro. Otros deambulaban sin respuestas escapando de los grabadores porque no quedaban palabras por esbozar.
En algunas ocasiones, mejor callarse. Y Alumni, en gran parte, tuvo ese silencio sepulcral con el 2 a 2 consumado.
Sólo algunos pudieron decir algo, en caliente.
El central Maximiliano Rosales, luego de levantarse del piso, fue uno de los que más habló y no dudó en decir que más allá del empate, para Alumni “fue una derrota”.
“Teníamos que ganar, pero le pido disculpas a la gente, que no se merece esto”, afirmó el ex Juventud de San Luis.
“Cometimos errores que nos costaron el partido; un equipo como el nuestro tiene que estar concentrado los 90 minutos y, por una cosa u otra, cuando perdemos esa concentración un segundo, lo pagamos caro”, explicó.
Además, Rosales quiso ponerle el pecho a la situación y aseguró: “Nosotros somos los responsables de esto porque damos la cara en la cancha, lamentablemente es así, aunque no se habló otra cosa de la deuda que la dirigencia siempre tuvo con nosotros.”
“Lamentablemente, los técnicos pasan, los dirigentes también, el club pierde una categoría y nosotros somos quienes más nos hundimos, es así”, añadió Rosales.

Incentivacion

Como sucede cada vez que se juegan instancias finales, anoche apareció el tema de la incentivación. Y de esto habló Rosales anoche, sin pelos en la lengua.
“Colegas míos de Gimnasia, que conozco muy bien, me contaron antes del partido que Unión les ofreció dinero para nos ganaran, pero ellos me dijeron que lo hacían porque necesitaban los puntos, pero ya está, esto siempre es así”, dijo Rosales.
El tema de la incentivación también causó broncas en zona de vestuarios, donde algunos integrantes de la Unidad de Gestión cruzaron palabras con el cuerpo técnico de Gimnasia, encabezado por Víctor Riggio.
El “Tano” siempre mantuvo una buena relación con los popes de Alumni, pero anoche pareció que todo se quebró. Hubo reproches de los dirigentes para la gestión del DT cuando estuvo en el club, intercambio de insultos y un final de noche caliente, que tuvo además a los hinchas fortineros esperando en la puerta de salida para mostrar su malestar por el momento del equipo.
Desde la tribuna, un grupo de 30 hinchas se quedó insultando al presidente de Alumni, Guillermo Morelatto, a quien apuntaron como responsable de la debacle futbolera. Y en el vestuario local, el clima se cortaba con un hilo.