Sonríe siempre. Y algunas veces, cuando se acuerda de buenos momentos, ríe a carcajadas. Las épocas más difíciles de la vida prefirió dejarlas en el olvido. Busca más en los recuerdos de los últimos 40 años, cuando llegó al barrio Lamadrid y se instaló en esa humilde casa que aún hoy la tiene de hacendosa protagonista.
María Luisa Merlo (“siempre me codiciaron el nombre”, asegura) tuvo cinco hijos, siete nietos, dos bisnietos y un tataranieto, que muestra orgullosa en la foto.
A pesar de no haber estudiado ninguna disciplina artística sabe hacer dibujos, o como ella dice, “fotos con lápiz”.
La bisnieta que la acompaña al momento de la nota asegura que son verdaderos retratos los que hace.
También cose y borda. “Aprendí a hacer estas cositas”, dice, mostrando objetos como flores y pájaros hechos al crochet, que son una maravilla.
El pasto no le gana la batalla. Todos los días, con su azada, va cortando cada yuyo rebelde que quiere invadir las flores de su jardín, casi como “El Principito” que mantenía a raya los baobabs de su planeta.
“Me compré unos lentes pero no me hacen falta. Para qué, si veo bien. A mí no me engañan, porque veo a la gente por fuera y por dentro”, asegura. Y como si fuera poco, cuenta que puede enhebrar la aguja sin necesidad de ayuda.
Tiene recuerdos de un encuentro con el Cura Brochero, que antes de verlo lo soñó viniendo hacia ella montado a caballo. Y así llegó.
Su pueblo de origen, aparece borroso en la memoria. Menciona a Santa Rosa de Río Primero, sin mucha seguridad. “Y llegué acá, no se bien por qué, debe ser porque todo cambia y uno también se cambiaba de lugar”, dice, con naturalidad.
A la hora de contar anécdotas del barrio, se acuerda cuando en el mismo patio en el que se dio la charla con EL DIARIO en los barrios, sobre la calle San Luis, se había armado –en una época imprecisa- un baile con todos los vecinos. “Vino la Policía y no nos dejó hacer más bailes, porque no se había pedido permiso”, señaló.
Por su sencillez, su laboriosidad, su alegría y por ser una vecina con 40 años viviendo en Villa Aurora, María Luisa Merlo es la protagonista del suplemento de hoy.
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