A pesar de ser psicóloga desde hace muchos años, Gabriela Naselli confiesa que su verdadera pasión siempre ha sido el mundo de la educación. De lo contrario, no se explicaría su larga trayectoria como docente de todos los niveles, en escuelas que van desde las rurales más humildes (como aquella del cerro Champaquí en donde dio clases) a las urbano-marginales de la ciudad de Córdoba o instituciones para chicos en riesgo.
En todo caso, el gran servicio que hoy le aporta la psicología radica, a su decir, "en el corpus de teorías que explican muchas de las cosas que pasan en la educación. Pero a mí, más que las explicaciones, lo que me interesa es poder transformar las prácticas docentes".
-¿Por qué hay que cambiar esas prácticas?
-Porque las escuelas ya no dan para más y se han convertido en el lugar de la angustia. Y eso porque se ha perdido la dimensión placentera del enseñar y el aprender. Creo que hoy nadie se está sintiendo a gusto en el sistema educativo. Hay muchas cosas que revisar y que hace rato están explotando.
¿Como cuáles?
-Como la violencia escolar, la repitencia, los fracasos. Yo entiendo que primero hay que tomar la teoría para reflexionar, pero en base a esas teorías hay que generar cambios.
De esta conclusión se desprende el curso de "Psicología y Educación II: posibles análisis, reflexiones y transformaciones de nuestras prácticas docentes". "El curso es un poco la reedición de lo que hemos trabajado el año anterior. Hace seis años que dicto estos módulos ayudada por profesoras invitadas. Y me encanta lo que compartimos con los docentes que se inscriben" señala.
Y ya que la creadora del curso menciona a las profesoras invitadas, veamos la tríada de este año: María Angélica Möller, investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba (viene de hacer su tesis doctoral con la pedagoga Emilia Ferreiro en México), la educadora Olga Coppari de la UNVM y la profesora Derna Montero, docente del Inescer.
-¿A quiénes está dirigido este curso?
-A docentes de todos los niveles, estudiantes de carreras pedagógicas y a cualquier persona que se interese por la educación. Siempre tuvimos grupos muy heterogéneos. Vienen docentes con mucha experiencia y otros que recién están empezando. Todos tienen las puertas abiertas para venir a pensar con nosotros.
-¿Cuál será la dinámica del seminario?
-Vamos a tomar teorías de la psicología y de la sociología que nos ayuden a entender la educación actual, anexando una reflexión sobre las propias prácticas de las personas que asisten y de las mías también.
"Psicología y Educación II" se llevará a cabo a lo largo de siete sábados de 2012, empezando el 21 de abril en el horario de 10 a 15 horas, "pensando en la gente del interior que tiene que viajar", agrega Naselli. El curso proseguirá los sábados 5 de mayo, 9 y 30 de junio, 4 de agosto, 8 de setiembre y 13 de octubre. "Este año, además, queremos realizar encuentros semanales para profundizar el intercambio".
-¿Cuál es la razón por la que los docentes se anotan en tu curso?
-Siempre se los pregunto al empezar el año. Creo que el curso es un espacio de oxígeno académico para ellos. Los educadores nos debemos una reflexión por los niños y por la infancia. Tenemos que estar preparados porque, para bien o para mal, la intervención de un maestro deja marcas indelebles en los niños con los que se trabaja.

"La exclusión es brutal"

-¿Y qué pasa con los adolescentes en las escuelas?
-Tampoco se los está entendiendo. Hay un desfasaje muy grande entre lo que trae el docente al aula y lo que traen los chicos; a ellos no les interesa lo que les planteamos y no los estamos escuchando. La exclusión que hay en Córdoba es brutal; de cinco o seis primer año por escuela, llega un solo sexto año con 15 pibes. ¿Qué pasó con las otras divisiones? La educación no se lo está preguntando. El sistema educativo no debe ser reformado, sino refundado desde una transferencia positiva en la relación docente-alumno, es decir desde el amor.

Iván Wielikosielek
(Especial UNVM)