Poco tiempo atrás, alguien, en una mesa de café, dijo: "Algún día, este chico va a hacer mucho ruido en Villa María". Se refería a Martín Barros y ese día, al que el parroquiano hacía referencia, fue ayer.
Desde la mañana, la cara visible de la empresa Soluciones Diarias, salió de la oficina que tiene en la calle Mendoza, enfrente de la sede del club Atlético Alumni, custodiado por la Policía y trasladado hasta la Comisaría de Distrito de General Paz y San Juan donde permanecía, al menos hasta ayer por la noche, en resguardo, según indicó una alta fuente de la fuerza.

Gente furiosa

Todo comenzó algunas horas antes cuando Barros llegó a una de las dos oficinas que tiene la empresa (la otra está ubicada en Alem y San Juan), en donde lo esperaba una verdadera multitud.
"Habrán sido unas 60 ó 70 personas", señaló un testigo consultado por EL DIARIO, quien agregó que "se notaba cierto nerviosismo entre la gente".
Barros les manifestó que ya los iba a atender y subió a su oficina, ubicada en el primer piso del inmueble. Pero no volvió a bajar ni llamó a nadie para que subiera para ser atendido.
La impaciencia de la gente, en general acreedores, fue aumentando y al grito de: "Que devuelva la plata", algunos lograron ingresar al edificio, subir las escaleras, irrumpir en las dependencias de la empresa, e incluso aplicarle algunos golpes de puño al propio Barros, antes que llegara la Policía, disolviera la turba furiosa y trasladara al joven empresario hasta un lugar más seguro: la Comisaría.
Hasta allí llegó también, poco después, Marcelo Martín Silvano, abogado que representa a Barros en este caso que comenzó a cobrar cuerpo en los cafés de la Villa hace algunos días, fue ganando volumen cuando se supo que el joven empresario había viajado a otra provincia y no regresaba y tuvo su pico de estridencia ayer.
Es que, según el decir popular, detrás de Soluciones Diarias existiría una supuesta mesa de dinero en la que mucha gente, de distintas clases sociales, se habría sentado a intentar multiplicar los panes con gran interés.
Y, de pronto, el milagro pareció esfumarse, escurrirse entre los dedos como monedas de agua.
Por eso, ayer, al parecer, las soluciones se convirtieron en un verdadero problema, al menos para Barros.
Se está ocupando del caso el titular de la Fiscalía de Instrucción del Primer Turno, Félix Martínez.
Fuentes allegadas a la investigación señalaron a este matutino que no hay, por el momento, ninguna denuncia penal en contra de Martín Barros. Y que por el contrario, fue el joven empresario quien denunció haber sido víctima de robo y agresiones, motivo por el cual, quedó en resguardo en la sede policial.
"Lo querían linchar", dijo un testigo.

Robaron todo

Por otra parte, pudo saberse que en realidad los desmanes en la oficina de la calle Mendoza comenzaron el viernes por la noche, pasadas las 21, cuando autores desconocidos ingresaron al inmueble, desconectaron las cámaras de seguridad y sustrajeron las computadoras, documentación del negocio, pagarés, muebles y hasta el equipo de aire acondicionado.
Según manifestó Martín Silvano, Barros formuló una denuncia del robo del que fue víctima.
"Vamos a necesitar tres o cuatro días, ahora, hasta que podamos ordenar todo este desastre que han hecho en la oficina. No sé quién puede haber iniciado todo esto, pero es una locura. La gente tiene que recapacitar y darse cuenta de que nada se puede hacer hasta que no se restablezca el orden en la oficina y que este tipo de acciones son un delito", dijo el letrado.
La investigación de lo ocurrido seguirá su curso y una alta fuente de la Comisaría no descartó que a Barros también se lo denuncie por presunta estafa pero, hasta el momento, eso no ha sucedido.