Un joven de 27 años, quien se reconoció adicto a las drogas y confesó haber cometido el robo por el que se lo juzgaba, fue condenado ayer, durante un juicio abreviado celebrado en la Cámara del Crimen local, a siete meses de prisión, aunque tras la sentencia recuperó la libertad ya que el tiempo que pasó encarcelado, a la espera del proceso oral y público, coincidió con el de la pena impuesta.
Se trata de Alejandro Rubén Sosa, quien, junto a otro sujeto, golpearon y robaron a un adolescente que esperaba el colectivo en una parada de barrio Las Playas. Le sustrajeron una mochila, una billetera con 50 pesos y un teléfono celular.
Sosa, admitió la autoría del hecho ante el juez y manifestó que en aquella oportunidad había actuado bajo el efecto del alcohol. Reconoció, además, que es habitual consumidor de marihuana.
El condenado manifestó que había robado para obtener el dinero necesario para poder seguir consumiendo droga.
En tanto, Susana Vidal, madre del joven ladrón que tiene ya tres condenas en su haber, dijo que su hijo aún consume drogas, ya que en la Cárcel no se pudo recuperar de la adicción porque “hay ingreso de drogas en la Cárcel” y que no “no se sabe por dónde entra”, dijo la mujer.

Era en abril

Como se dijo, Sosa ya fue condenado, con esta, tres veces. La primera vez que el peso de la ley cayó sobre su joven espalda fue en abril de 2006. En aquella oportunidad fue condenado a cuatro años y ocho meses de prisión por un robo. De esa condena cumplió los dos tercios y, por buena conducta, se acogió al beneficio de la libertad condicional.
En abril de 2010, fue condenado a seis meses de prisión, también por robo, por lo que se le unificó la condena con los meses que debía por la libertad condicional y tuvo que cumplir, de manera efectiva, la pena de dos años de cárcel. Ahora, en abril de 2012, vuelve a ser condenado. Evidentemente, el otoño no es su mejor estación.