El fiscal Gustavo Atienza ordenó la detención de un albañil de Tío Pujio, acusado de haber violado a una menor en las afueras de la vecina localidad, pero hasta anoche el sospechoso no había sido localizado por la Policía, que lo busca desde el lunes.
Se trata de Leonel Alejandro Campregher, de 24 años de edad, quien se presentaría hoy en Tribunales acompañado por un abogado, según indicaron ayer fuentes confiables.
Campregher fue denunciado a fines de enero pasado, poco después que la adolescente informara a sus padres del hecho que ahora se investiga, y por el cual ya se han colectado importantes pruebas que comprometerían seriamente al trabajador de la construcción.
De acuerdo a los datos que pudo conocer EL DIARIO, la misma noche en que se produjo el ataque sexual la Justicia obtuvo muestras de semen de la víctima mediante hisopados vaginal y anal y a mediados de febrero la menor relató lo acontecido a través de una Cámara Gessell realizada en Tribunales.
Anoche, al cierre de esta edición, efectivos de la División Investigaciones de la Unidad Departamental General San Martín seguían tratando de localizar a Campregher en campos de la zona de Tío Pujio, ya que el sospechoso también realiza tareas rurales.
Los investigadores iniciaron la búsqueda en las primeras horas de la tarde del lunes, poco después que el fiscal Atienza dictara la orden de captura en base a una serie de elementos de prueba que complicarían al joven albañil en el hecho.
Al parecer, cuando se inició el proceso judicial, el presunto violador habría sido identificado por la víctima como José Luis Campregher, circunstancia que impidió avanzar en la causa habida cuenta que no existe ninguna persona con ese nombre.
Pero a fines de la semana pasada, Atienza pudo establecer que el presunto abusador se llama Leonel Alejandro, cuyos rasgos fisonómicos coinciden con los aportados por la menor a las autoridades.
De todos modos, llama poderosamente la atención que la instrucción de la causa se haya demorado tanto tiempo (ya pasaron dos meses y medio), período durante el cual se avanzó razonablemente en la recopilación de pruebas (pericia genética y Cámara Gessell), no así en la individualización fehaciente del supuesto violador.
Este último aspecto obligará a la Justicia a tener que realizar una rueda de reconocimiento con el acusado, quien hasta el momento no está imputado, aunque seguramente ello ocurrirá ni bien sea detenido.
En dicho reconocimiento la menor tendrá que individualizar al sujeto que la sometió a sus bajos instintos entre un grupo de cinco personas de similares características físicas, e incluso es muy probable que deba ser sometida nuevamente a una sesión de Cámara Gessell, con todo lo que ello implica desde el punto de vista psicológico.

Con un cuchillo

El hecho que se procura dilucidar se produjo la noche del domingo 29 de enero, cuando la adolescente se dirigía en bicicleta de la casa de su abuelo materno a lo de una compañerita del colegio, a buscar una carpeta.
Según la denuncia, alrededor de las 21.30, cuando la menor regresaba a lo de su abuelo, fue interceptada a unas cuatro cuadras de allí (sobre calle José Manuel de Rosas) por una vieja camioneta Chevrolet despintada y con cúpula.
La maniobra del conductor del utilitario, presuntamente el sospechoso Leonel Campregher, hizo que la adolescente perdiera el equilibrio y cayera de su bicicleta. Fue entonces cuando el sujeto la amenazó por la espalda con un cuchillo y, bajo amenazas, la obligó a subir a la pick up.
Siempre de acuerdo con la denuncia, la jovencita fue llevada hasta calle Buenos Aires, frente a una fábrica de cuajo, una zona de monte que se encuentra al oeste de Tío Pujio.
Allí, en el interior de la cabina de la Chevrolet, se habría producido la violación: “¡Sacate la ropa!”, fue la amenaza proferida, mientras el cuchillo estaba apoyado sobre el cuello de la menor, y tras cartón la sometió vaginal y analmente.
Según obra en el expediente, la adolescente se resistió, pero no pudo evitar el ultraje. Y cuando todo concluyó, ya cerca de las 22, el agresor lanzó una advertencia: “¡Si gritás o hacés la denuncia, voy a matar a tu mamá y a tu hermanito!”
El depravado se alejó raudamente del lugar en su camioneta, dejando abandonada a su víctima, quien regresó corriendo hasta donde había quedado su bicicleta, y con ella se dirigió hasta la casa de su abuelo, donde llegó llorando a relatar lo sucedido.

Denuncia policial

Alrededor de las 22.15, los padres de la jovencita se presentaron en el Destacamento policial tiopujiense y radicaron la denuncia, sindicando al autor del ataque como “José Luis Campregher”, tal como conocían al acusado por entonces.
A las 23.30, la menor ingresó al Hospital Regional Pasteur, trasladada por personal de Bomberos Voluntarios de la vecina localidad. Ya en el nosocomio público villamariense, la víctima fue sometida a una serie de estudios y pericias médicas, durante las cuales se obtuvieron las muestras de semen (y con ellas, el ADN del violador), todo ello ante la presencia de un médico policial y de un representante de la Justicia local.

Otros detalles

Este matutino pudo saber que la menor dejó de concurrir a la escuela y desde poco después de ocurrido el hecho se encuentra bajo tratamiento psicológico. Asimismo, trascendió que su agresor venía hostigándola verbalmente desde mediados del año pasado.
Con respecto a Campregher, se supo que es el mayor de tres hermanos varones, no registra antecedentes penales y se domicilia en Belgrano y Tucumán de Tío Pujio, donde vive con su pareja.
La Justicia investiga la posible participación de un cómplice en el hecho que se procura dilucidar. Se trataría de un joven de unos 19 ó 20 años, también albañil y amigo de Campregher, aunque se desconoce cuál habría sido su participación en lo sucedido. Por esa razón, EL DIARIO mantendrá en reserva su identidad hasta tanto se aclare su situación procesal.