Ayer fue un día de tremenda sorpresa y profunda amargura para la familia de Myriam Gómez .
En horas de la mañana en su vivienda de barrio San Martín (San Luis entre Espora y Gorriti), un eucalipto de unos treinta metros de altura se abatió sobre la casa provocándole graves daños.
El robusto ejemplar, vale aclarar, estaba siendo talado por un grupo de personas que se encontraban limpiando el terreno que se erige justo al lado de la casa siniestrada.
El detalle providencial entre el desastre que provocó la caída del imponente espécimen fue que minutos antes de la debacle una de las hijas de la dueña de casa (vive a escaso metros del lugar del hecho), alertada “por los ruidos que hizo el gigantesco árbol antes de caer”, logró sacar a su hermano Pablo del interior del edificio que luego quedaría reducido a escombros.
"Por un lado estoy tranquila porque Pablo está bien, un rato más y no sé qué hubiera pasado", destacó la propietaria de la casa.
"El lunes habíamos comprado con mucho esfuerzo un juego de muebles nuevo y ese mismo día lo trajimos, ahora no nos quedó nada", expresó entre lágrimas la vecina que detalló a EL DIARIO la cuantiosa pérdida de elementos materiales que les causó el accidente.
Enterados de la situación, los propietarios del inmueble donde el árbol estaba siendo reducido se pusieron en contacto con la frentista para ayudarla.
Otro compromiso que asumieron los dueños del terreno fue el de reconstruir la vivienda destrozada
"Me cedieron, por ahora, una casa en barrio Bello Horizonte donde mañana (por hoy) me voy a ir con mi hijo. Por ese lado el problema estaría solucionado pero me preocupa todo lo demás que perdí...no me quedó ni una cuchara sana", explicó Myriam en el diálogo sostenido con este matutino.
"Por favor, no me dejen sola, no quiero perder todo lo que he logrado en tantos años", comentó la reporteada.
Los interesados en brindar colaboración a la familia de Myriam Gómez pueden comunicarse al teléfono (0353) 154238155.