“Las razones no son las invocadas en ese documento de la Democracia Cristiana.”
Fueron las primeras palabras del referente del Partido Villamariense, Raúl Costa, al ser consultado con respecto a la decisión de la edil Georgina Etchegaray de escindir el bloque de dicha fuerza de la oposición.
El ex candidato a la Intendencia remarcó, en diálogo con la periodista de EL DIARIO, que “nunca hubo diferencias partidarias ni cambios de rumbo” agregando que “no le consta que la concejala pertenezca a la Democracia Cristiana, ella es edil del Partido Villamariense”.
“La información que tengo es que la decisión se venía manejando, desde tiempo atrás, entre el oficialismo y el esposo de la concejala, de apellido Arriola”, afirmó el dirigente local.
Costa puso énfasis en que “la verdadera razón” del alejamiento está estrechamente relacionada con un negocio.
“Esto es un negocio político-económico. Político porque tiende a producir un debilitamiento del Partido Villamariense y económico porque, seguramente, ya se materializará en cargos o en algún contrato. Ya lo vamos a ver en las próximas semanas”, dijo Costa.
El ex postulante al Sillón de Viñas y en cuya boleta fue Etchegaray, consideró que la edil debería dejar su banca.
“Si la concejala tiene ética y moral debe renunciar a la banca. Es muy fácil ser electo por un partido y luego darle la espalda a los miles que la votaron y a toda la gente que trabajó para que ella llegara al Deliberante.”
Etchegaray fue la segunda en escindir el bloque del PV, ya que en primer término lo hizo Ricardo Pereyra.
“Las miserias humanas en la política y en la función pública hoy están a la orden del día. Esta actitud de la concejala es miserable. Por eso considero que debe renunciar”, agregó.
Seguidamente, manifestó que no era la Democracia Cristiana la que debía dar explicaciones, sino quien produce la ruptura. “La edil tiene que dar la explicación”.
En otro momento de la charla con nuestro matutino, Costa precisó que “fue un negocio hecho entre dos o tres personas” y lamentó que nunca le hubieran planteado inconvenientes que fundamentaran tal medida.
Es el segundo concejal de su partido que arma banca propia y, precisamente, le preguntamos sobre esta cuestión.
“Es un tiro por elevación para mí. El objetivo es debilitarnos.
Pero esto no me debilita, al contrario, voy a seguir trabajando y si este es el precio que tengo que pagar para mantener la coherencia y la línea de conducta, lo pago gustoso”, concluyó el abogado.