“La gente que me conoce sabe quién soy, quién es mi familia y sabe cómo actué siempre en todas las instituciones que participé. Recibí apoyo de la gente, así como también injurias infundadas.” Esto fue lo primero que dijo, ayer cuando llegó al Concejo Deliberante, la concejala Georgina Etchegaray.
La prensa la esperaba para conocer su palabra luego de romper con el Partido Villamariense y dividir el bloque que venía conformando desde diciembre con Darío Capitani.
“Esta no es una decisión unipersonal, sino una cuestión partidaria. Fui a la alianza respondiendo a la Democracia Cristiana, la que considera que se han apartado los rumbos de ambos partidos y yo respeto los lineamientos”, explicó la legisladora local, en la jornada en que en los diarios apareció Raúl Costa, su ahora ex jefe político, tirando munición gruesa, al vincular la escisión a un arreglo entre el marido de Georgina y el oficialismo.
“Aclaro que voy a seguir haciendo oposición. Las declaraciones (sobre un arreglo) no tienen fundamento. Siempre dije que la oposición que quiero hacer es constructiva. Oponerse por oponerse es fácil, es oportunismo, yo quiero una oposición constructiva, en beneficio de la comunidad”, enfatizó.
“Mi meta fue hacer un buen Concejo, pensando en la comunidad y no en intereses individuales. Vengo a cumplir mi rol. El tiempo va a decir si la decisión es correcta o no y no entraré en agravios personales, porque no es mi forma de ser”, apuntó.
La edil indicó que “es una discusión de larga data” lo que debe ocurrir cuando alguien se aparta del partido por el cual llegó a ocupar una banca y ahí le enrostró a Costa lo sucedido con su esposa, la ex concejala Sonia Soardo, cuando se alejó del bloque del accastellismo y conformó uno unipersonal, aunque no la citó: “Desde la época de Accastello hubo escisiones cercanas a... bueno, mejor lo dejemos ahí”. “En el Reglamento Interno está prevista la figura del bloque escindido”, abundó luego.
Etchegaray solicitó al Deliberante un espacio físico y un colaborador. Remarcó que llegó al Partido Villamariense impulsada desde la DC, pero que no es afiliada a ningún partido y que jamás militó. “La gente que me conoce me ha apoyado muchísimo, otra gente se encontrará asombrada porque no conoce el trasfondo o porque escuchó una sola campana. El tiempo dirá si la decisión es la correcta”, concluyó.