Los hierros retorcidos en los que se convirtió el Volkswagen Senda en el que viajaba una familia proveniente de Escobar y que quedaron en el cantero de la autopista, dan cuenta de la magnitud de la tragedia ocurrida ayer, en el kilómetro 555, en el carril en que circulan los vehículos hacia Villa María.
A metros, en la banquina de la misma mano, casi sobre el campo, un C4 que tiene la huella de un impacto frontal, permite reconstruir el choque ocurrido ayer antes del anochecer, que causó la muerte de una niña y su abuela.
El hecho ocurrió cuando, por razones que se investigan, Roberto Sánchez, de San Marcos Sud, conductor del C4 matrícula GVF 228, embistió la parte trasera del Senda que iba en la misma dirección, provocando los tumbos trágicos.
Sánchez iba junto a sus hijos Iara (11), Rodrigo (8) y Benjamín (7), quienes sufrieron algunas contusiones menores. Los Sánchez fueron auxiliados por un particular que los trasladó al Pasteur antes que llegara Policía y los Bomberos al lugar del accidente.
La familia que provenía de Escobar, provincia de Buenos Aires, sufrió consecuencias fatales. Audelina Córdoba, de 79 años, perdió la vida en el Hospital Pasteur, después que los médicos intentaron técnicas de reanimación durante intensos y desesperantes 45 minutos. Tenía traumatismo de tórax y cráneo, además de varias fracturas.
La nieta de Audelina, Saya Plaino, de 4 años, murió en el acto en el lugar del accidente.
También viajaban en el Volkswagen Raúl Alberto Navarro (38), Yolanda Plaino (38) y Iarana Santucho (12), quien sufrió la fractura de ambos fémures y quedó en la terapia del Pasteur con tratamiento contra el dolor, pero sin riesgo de vida.
La pareja, por su parte, sufrió heridas menores. Navarro tiene una herida cortante en el cuero cabelludo y Plaino, una fractura en el tobillo.
Testigos aseguran que la pareja quería empezar una nueva vida, en algún lugar tranquilo de Córdoba. En cambio, se encontraron con la peor de las tragedias.