Luego de que los ediles aprobaran por mayoría la emergencia, la cual implica los juicios contra la administración que encabeza Eduardo Accastello, comprendiendo deudas que tenga el municipio al 31 de diciembre de 2011, EL DIARIO dialogó con José Amaya (foto). el joven que el 6 de enero del año 2000 cayó desde tres metros de altura al piso y se lesionó la columna, mientras desarrollaba una clase de gimnasia artística en el Salón de los Deportes.
Amaya explicó a nuestro medio las sensaciones tras conocer que los ediles oficialista (y Ricardo Pereyra) levantaron la mano para aprobar una medida que desde hace 12 años le viene generando tanto daño.
Tras el llamado de EL DIARIO, el joven de 27 años se anotició de la prórroga de la emergencia, y al ser consultado sobre lo que sentía sostuvo que "más que lástima no me da, no por mí, sino por la gente que lo votó". Inmediatamente agregó: "Es como que no se quieren dar cuenta del daño que me están provocando desde hace 12 años y que seguirá pese a que pensé que se iba a terminar rápido, pero parece que no."
Retrocediendo el tiempo atrás, José recordó: "Salí del Hospital en una tabla rígida y así llegué a Tanti (lugar donde desarrolló parte del tratamiento), donde logré en seis semanas pasar a un andador flexible", en tanto que la segunda vez volvió con bastones canadienses, con los que se maneja hoy en día, "desde ahí no pude regresar más y no puedo terminar la recuperación”, sostuvo.
En cuanto al tratamiento y el costo del mismo, reconoció que "hace un par de años, las cuatro semanas de tratamiento costaban 40 mil pesos; hace 15 días nos pidieron que enviáramos un presupuesto al municipio pero ahora sale la emergencia, riéndose en mi cara, en la de mi abogada y de mi familia. Lo que más pena da es que me sacan la posibilidad y el derecho a recuperarme".
Por otra parte, sostuvo que el actual Intendente Accastello nunca lo llamó, ni dio la cara. "Sólo buscaba una reunión y que se acercara ofreciendo algo concreto. Es más, dijeron que pedíamos más de lo que correspondía, pero nosotros reclamamos lo que cuatro jueces dicen que me corresponde", sostuvo.

Errores de las dos partes

Amaya reconoció su error, "yo creí en una persona que no era profesor, en sus manos puse mi vida y mi salud". Mientras que en cuanto a la responsabilidad del municipio dijo que "debió controlar que la persona fuera profesor (no lo era), además de no contar con un seguro, ni con las normas de seguridad correspondientes para quienes practicábamos"

El día a día

“Levantarse cada día cuesta, son siempre crueles. Enfrentar la sociedad, tu vida desde otro punto es difícil. Antes yo la enfrentaba como gimnasta, ahora hace 12 años que la enfrento como discapacitado y es cruel, todo es diferente”, expresó dolido.
Y agregó que “desde el momento en que me accidenté mi vida se complicó, a los 14 años un chico empieza a salir, a disfrutar, y yo en un segundo tuve que tomar decisiones en mi vida. Es lo que me tocó y lo que están haciendo que perdure", afirmó.
Por último, consultado sobre lo que le diría a Accastello en caso de tener la posibilidad, José Amaya sostuvo que "no sabría qué decirle, ya no hay forma de hablar, porque nunca nos quiso". Aunque reconoció que le preguntaría ¿por qué me quita el derecho a estar bien, de tener un capricho de no querer que haga mi rehabilitación?, de esta forma concluyó la entrevista el joven que mantiene las esperanzas de lograr una rehabilitación plena.
Para concluir, Amaya mostró especial agradecimiento a la clínica de la Familia porque en esta última semana fueron constantes los llamados y siempre le otorgaron la posibilidad de dialogar con los medios.