Las organizaciones femeninas "Las Juanas" y "Las Felipas" demandaron ayer que la sociedad se coloque en el lugar de las mujeres que son víctimas de violación, al tiempo que sostuvieron que actualmente ellas son "reducidas" a un ser "creador de vida", al realizar un pronunciamiento en conjunto en el contexto de la polémica por la despenalización del aborto.
Como se conoce, en marzo un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación despenalizó el aborto en un caso de violación. A partir de allí, hospitales de la provincia esperaron un protocolo de parte del Ministerio de Salud cordobés, dejando en suspenso los pedidos de padres de niñas que padecieron casos de esta naturaleza. La provincia habilitó el aborto en estos casos pero luego un juez suspendió la aplicación de la guía elaborada por la cartera sanitaria sobre el tema ante la presentación de una medida cautelar dispuesta por la organización católica Portal de Belén, hecho que la provincia apeló.
"A lo largo de la historia de la humanidad y en el marco de una cultura manejada por hombres, la mujer se vio reducida de ‘ser o persona’ a ‘institución biológica reproductiva’. Si bien con los años esos úteros lograron hacer escuchar sus voces y sublevarse ante el régimen impuesto, al menos en algunos aspectos; todavía no han logrado desprenderse de su mandato social. Hoy, en el año 2012, seguimos pensando de la misma manera. Aún en un país lo suficientemente abierto como para reconocer y hacer legal la unión entre personas del mismo sexo, seguimos reduciendo a la mujer a su mera condición de creadora de vida", señalaron las dos organizaciones de mujeres villamarienses.
"Vivimos en una sociedad en la que los violadores que llegan a la instancia de tener que enfrentar a la Justicia, en el mejor de los casos, acceden a ella por la misma puerta giratoria que salen al cabo de un tiempo. Aunque la mayoría de las veces, sólo la ven desde la ventana. Y ahí va este sujeto, totalmente impune y cargado del poder que les damos sin dimensionar, y convencido de que la integridad de una persona es negociable, peor aún, violable, en todos sus aspectos", advirtieron desde los colectivos. Acto seguido, contrapusieron esa situación al papel de la víctima, que corre otra suerte.
"No sólo tiene que sufrir el desgarro a su persona y todo el atropello que significa que alguien se sirva de su cuerpo en contra de su voluntad: también tiene que enfrentar la condena social", se lamentaron.
"Las condenamos a nueve meses de cambios en su cuerpo, al son del capricho de quien le quitara sus ganas de sonreír. Las esclavizamos a su mera función biológica y enterramos en lo más profundo de nuestras estructuras, sus condiciones humanas", indicaron.
Las Juanas y Las Felipas consideraron que "si no nos dan las herramientas para defendernos del hombre, si no nos brindan una educación igualitaria para que no haya ni víctimas ni victimarios, si no logramos aún una situación de igualdad social por nuestra condición de género, si debemos cargar desde nuestra adolescencia hasta nuestra edad de adulta madura con el peso de ser objeto de deseo, ¿Por qué debemos seguir pagando las perversiones con nuestros cuerpos? ¿Porqué nos quitan el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos? ¿En qué momento nuestro cuerpo dejó de ser de cada una de nosotras y se volvió patrimonio social?", interrogaron.
Desde los colectivos, en los cuales se encuentran, entre otras, Carola Marchisio, Florencia Pons, Paola Costa, Daniela Fonseca, Cecilia Villafañe y Nacha Merchán, remarcaron que "no somos sólo un útero" y exigieron que "si no se puede velar por nuestra integridad, al menos nos den el consuelo de no tener que llevar adentro nuestro el fruto de una tortura; no queremos entregarle nuestro cuerpo a una persona que lo tomó por la fuerza, durante nueve meses más". "Exigimos que ya no nos esclavicen a nuestra condición natural reproductiva ya que cuando es impuesta sólo prolonga una agonía, una agonía que no se puede ignorar porque es una realidad que crece en lo más profundo de nuestro ser", enfatizaron.
"En estos días hemos tenido que escuchar a personas presas del miedo al avance, personas sexistas y omniscientes, decir que un aborto incluso en casos de violación es anti constitucional; ahora les preguntamos nosotras: las 60 mil mujeres que llegan por año muriéndose a hospitales públicos por complicaciones post-abortos clandestinos, las que mueren día de por medio por la misma causa, los 1.200 millones de pesos anuales que se lucran ilícitamente por parte de los médicos que los practican al margen de la ley, las violaciones, ¿Son hechos constitucionales?", concluyeron.